PRIMERA PONENCIA:
Revisión de conceptos en alergia a
beta-lactámicos
MODERADOR:
Dra. María Luisa Sanz Larruga.
Clínica Universitaria de Navarra. Pamplona.
Utilidad de la re-exposición en el
diagnóstico de hipersensibilidad a beta-lactámicos.
Dr. Ignacio Dávila. Hospital Clínico. Salamanca
INTRODUCCIÓN
Los antibióticos b-lactámicos se prescriben de elección para
gran número de enfermedades infecciosas y probablemente son los anti-infecciosos
empleados con mayor frecuencia en el mundo. Estos fármacos presentan escasos efectos
adversos y tienen un amplio margen terapéutico; sin embargo, una de sus principales
limitaciones son las reacciones adversas de mecanismo inmunológico, que aparecen en un
porcentaje variable de pacientes, que se estima entre el 1-10%1. Para diagnosticar una
reacción de hipersensibilidad a beta-lactámicos suele realizarse, de modo secuencial,
una historia clínica, una serie de pruebas cutáneas, la determinación de IgE
específica y, si es necesario, una prueba de exposición controlada. En cualquiera de
estos pasos puede establecerse un diagnóstico de hipersensibilidad. No obstante, la
exposición a fármacos beta-lactámicos es diferente de la exposición a otros alergenos,
como puedan ser los pólenes o los ácaros. En el caso de estos últimos, por ejemplo, el
sistema inmune entra en contacto con el antígeno de modo prácticamente continuo, tanto
antes como después de las manifestaciones clínicas. Sin embargo, en el caso de los
beta-lactámicos, habitualmente existen múltiples exposiciones previas a la reacción de
hipersensibilidad y, tras ésta, se evita todo contacto con el fármaco. Además, en un
gran número de casos el lapso temporal que transcurre entre la reacción y el momento del
estudio puede ser muy amplio. No se conoce bien qué es lo que ocurre, desde el punto de
vista inmunológico, desde que cesa la exposición hasta que se aplican las pruebas
diagnósticas. Podría suceder que un paciente presentase pruebas cutáneas negativas e
incluso tolerase una exposición única al fármaco en el momento del diagnóstico y
posteriormente desarrollase una reacción durante un ciclo de tratamiento
posterior2. No
se conoce bien en qué porcentaje de individuos las pruebas cutáneas se vuelven negativas
como consecuencia de una ausencia prolongada de estímulo antigénico, pero existen
estudios que demuestran que la frecuencia de positividad pruebas cutáneas o de la IgE
específica se encuentra en relación inversa con el tiempo transcurrido desde la
reacción3,4. Además, existen ciertos
estudios2,5,6 que han demostrado que la repetición
de las pruebas y/o la exposición controlada, a los 10-30 días, permite diagnosticar
ciertos pacientes que, de otra manera, hubieran pasado desapercibidos. Con estos
antecedentes, hemos decidido realizar un estudio prospectivo con el fin de determinar la
utilidad de la repetición de las pruebas diagnósticas en la evaluación de la
hipersensibilidad a beta-lactámicos.
MATERIAL Y METODOS PACIENTES
Se incluyeron en el estudio, de modo sistemático, todos los pacientes mayores de 14 años
que acudieron al Servicio de Alergia del Hospital Universitario de Salamanca por una
sospecha de reacción alérgica a un antibiótico beta-lactámico entre abril de 1994 y
octubre de 2000. A todos ellos se les realizó el mismo protocolo de estudio, aunque, para
el análisis de resultados se excluyeron aquellos pacientes a los que, teniendo las
pruebas cutáneas negativas, no se les pudo realizar la prueba de exposición. El esquema
general del protocolo fue: 1) Anamnesis detallada y exploración física. 2)
Determinación de IgE total y específica. 3) Pruebas cutáneas con beta-lactámicos. 4)
En caso de negatividad, prueba de exposición simple ciego controlada con placebo hasta
dosis terapéuticas 5) Repetición de las pruebas cutáneas y, si éstas eran negativas,
de la prueba de exposición a los 15-21 días.
ANAMNESIS
Se realizó una anamnesis detallada en la que se recogieron las siguientes variables:
edad, sexo, tiempo transcurrido desde la reacción hasta la consulta, fármaco implicado,
día de tratamiento en el que apareció la reacción, periodo de latencia entre la última
dosis y la aparición de la reacción, vía de administración, tipo de reacción y
duración de la misma y tratamiento recibido.
PRUEBAS CUTANEAS
Se realizaron siguiendo las recomendaciones de la E.A.A.C.I. Se utilizaron los siguientes
reactivos: 1) Bencilpeniciloilpolisina (PPL): (Allergopen, Allergopharma JGKG, Reinbek,
Alemania) 10-5 M 2) MDM o mezcla de determinantes minoritarios: mezcla que contiene
bencilpeniciloato (0,5 mg) y bencilpenicilina (0,6mg) (Allergopen, Allergopharma JGKG,
Reinbek, Alemania) 10-2 M 3) Penicilina G (Nuvapen, CEPA, Madrid, España ) 10000 UI/ml 4)
Amoxicilina (Clamoxyl, Beecham, Toledo, España) 25 mg./ml 5) Ampicilina (Britapen,
Beecham, Toledo, España) 25 mg./ml 6) Cefazolina (Kefol, Lilly, Madrid, España) 25
mg./ml 7) Clorhidrato de histamina (ALK-Abelló, Madrid, España) 10 y 0,1 mg/ml 8) Suero
salino (Braun, Barcelona, España) En el caso de otros fármacos beta-lactámicos, las
pruebas cutáneas se realizaron a las concentraciones habitualmente referidas en la
bibliografía especializada o si no se disponía de este dato, se probaron en cinco
controles. Se realizaron inicialmente las pruebas cutáneas mediante técnica de Prick con
lanceta tipo Morrow-Brown (Allergy pricker, Dome/Hollister-Stier, Miles Ltd, UK); se
consideró positiva una pápula mayor de 3 mm. En caso de negatividad se procedió a la
realización de pruebas intradérmicas. Estas se consideraron positivas si se obtenía una
pápula mayor de 5 cm o con pseudópodos, siempre que existiera área de eritema. La
existencia de una prueba cutánea positiva a cualquiera de ellos se consideró
diagnóstica. En caso de negatividad, se realizaba la prueba de exposición simple ciego
controlada con placebo.
IgE TOTAL E IgE ESPECIFICA A BETA-LACTAMICOS
Se realizó mediante Pharmacia CAP System RAST FEIA, desarrollado por Kabi Pharmacia
Diagnostics AB, Uppsala, Suecia, de acuerdo con las instrucciones del fabricante.
PRUEBA DE EXPOSICION CONTROLADA
Se realizó en aquellos sujetos en los que las pruebas cutáneas resultaron negativas. Se
emplearon los siguientes fármacos y pautas: 1) Fenoximetilpenicilina (Penilevel, ERN
S.A., Barcelona, España): 64,5-125-250-500 mg. 2) Amoxicilina (Clamoxyl, Beecham, Toledo,
España) 64,5-125-250-500 mg. 3) Ampicilina (Britapen, Beecham, Toledo, España )
64,5-125-250-500 mg. 4) Para otros beta-lactámicos la provocación se realizó la prueba
de exposición con el fármaco que refería como causante de la reacción; se realizó el
siguiente fraccionamiento de la dosis terapéutica: (1/16), 1/8, 1/4 ,1/2 y 1. La prueba
de exposición controlada se realizó simple ciego controlada con placebo en intervalos de
45 minutos hasta llegar a dosis terapéuticas (Fase I) y se repitió, precedida de las
pruebas cutáneas, al cabo de 15-21 días (Fase II). Se empleó el fármaco que el
paciente describía como causante de la reacción. En el caso de fármacos diferentes de
los citados, se utilizaba el fármaco implicado, hasta alcanzar dosis terapéuticas.
ANALISIS ESTADISTICOS DE LOS DATOS
Para el análisis estadístico de los datos se empleó el programa computarizado SPSS 8.0
para Windows (SPSS Inc. Chicago, Illinois, EE.UU.). Las variables cuantitativas se
describieron por la media, acompañada siempre del índice de dispersión, la desviación
típica o desviación estándar. Como en la mayoría de las variables el índice de
dispersión era muy alto, se empleó también la mediana. Las variables cualitativas se
describieron en términos de frecuencias relativas, es decir, el cociente entre el número
de casos que cumplen las características, dividido por el número total de pacientes
estudiados.
ESTADISTICA ANALITICA
Para evaluar si las variables cuantitativas seguían una distribución normal se utilizó
la prueba de Kolmogoronov-Smirnof. Dado que ninguna de dichas variables presentaba una
distribución normal, la comparación entre dichas variables cuantitativas se realizó
mediante tests no paramétricos: para la comparación de dos medias, la prueba de
Mann-Whitney y, para más de 2 muestras, la prueba de Kruskal-Wallis. En la comparación
de estas variables cuantitativas también se empleó la prueba de la mediana. La
asociación entre variables cualitativas se analizó mediante el test de la Chi-cuadrado o
el test exacto de Fisher cuando no se cumplían las condiciones necesarias para aplicar la
Chi-cuadrado, en el caso de muestras muy pequeñas. La correlación entre las distintas
pruebas diagnósticas se valoró mediante el coeficiente de Spearman. Se compararon
específicamente los datos de los pacientes diagnosticados durante la Fase I con respecto
a los diagnosticados durante la fase II.
RESULTADOS
Se estudiaron 656 pacientes que acudieron a la consulta por sospecha de alergia a
beta-lactámicos. Las características en cuanto a sexo, edad media y atopia se exponen en
la Tabla 1. Existió un predominio de mujeres frente a varones (prácticamente 2:1) en la
muestra global, aunque estas diferencias no se mantuvieron en los pacientes con un
diagnóstico final de hipersensibilidad a beta-lactámicos. El resto de características
de la muestra se exponen en las Tablas 2, 3 y 4. Cabe destacar que el tiempo medio
transcurrido desde que tuvo lugar la reacción adversa hasta el momento de la consulta y
estudio fue de 150,99 (140,55 meses, con una mediana de 84 meses. Una vez realizado el
estudio completo, 169 pacientes (25,8%), fueron diagnosticados de hipersensibilidad a
antibióticos b-lactámicos. Del total de pacientes positivos,
147 (22,4%) lo fueron en el estudio inicial o FASE I, y 22 (3,4%) con la repetición de
las pruebas cutáneas y exposición controlada o FASE II (Tabla
5). En la presente
exposición no se especificaran los datos de las diferentes pruebas diagnósticas ni las
características del estudio en su conjunto para los pacientes con un diagnóstico de
hipersensibilidad a beta-lactámicos. La repetición del estudio, pasadas 3 semanas, en
todos los sujetos con un resultado negativo inicial resultó positivo en 22 casos (3,4% de
los totales, y un 13,01% de los positivos). De los 22 pacientes, 20 (11,8% de todos los
positivos y un 90,9% de los positivos en esta fase) presentaron un resultado positivo en
las pruebas cutáneas y 2 (1,2% de los diagnosticados de hipersensibilidad y 9,1% de los
positivos en fase II) una reacción en la prueba de exposición controlada
(Tabla 6).
EVALUACION DE LA FASE II DEL ESTUDIO PACIENTES CON PRUEBAS CUTÁNEAS POSITIVAS
Las pruebas cutáneas en prick, repetidas a los pacientes con un estudio inicial negativo,
resultaron positivas en 3 sujetos (13,6% de los positivos en fase II). En los 3 casos el
prick fue positivo con amoxicilina y en uno de ellos además con ampicilina. Las pruebas
cutáneas en intradermorreacción fueron positivas en 17 sujetos (77,3% de los positivos
en esta fase). Los determinantes con mayor porcentaje de positividades, fueron el MDM con
un 45% de las positividades y la amoxicilina con un 40% de resultados positivos. Estos
resultados se desglosan en la Tabla 7. Los patrones más frecuentes fueron el de
Penicilinas y el de Aminopenicilinas (45% y 35% respectivamente, datos no mostrados) En la
Tabla 8 se reflejan las características de los pacientes, el fármaco, el tipo de
reacción y el patrón de respuesta cutánea en cada uno de ellos.
REPETICIÓN DE LA PRUEBA DE EXPOSICIÓN CONTROLADA
A todos los sujetos que tuvieron un resultado negativo en las pruebas cutáneas en Fase II
se les repitió la prueba de exposición controlada con el antibiótico b-lactámico al que se atribuyó la reacción. Dos pacientes (1,2 %
de los alérgicos y 9,1% de los positivos en Fase II) presentaron una reacción adversa
tras la administración del antibiótico. Una de las pacientes había presentado un cuadro
de urticaria y angioedema inmediatos tras la administración de cloxacilina. El estudio
inicial, incluyendo la prueba de tolerancia y las pruebas cutáneas repetidas fueron
negativas. Tras la administración de una dosis de 500 mg de cloxacilina, con un periodo
de latencia de unos 15 minutos, la paciente presentó un cuadro de prurito palmo-plantar y
lesiones habonosas localizadas fundamentalmente en el tronco. El otro paciente había
presentado una reacción urticarial en relación con la administración de una primera
dosis de cefixima. La primera fase del estudio resultó negativa y al realizar la prueba
de exposición, en esta segunda fase, la administración de una dosis de 200 mg de
cefixima reprodujo la reacción.
NIVELES DE IgE TOTAL
Los niveles medios de IgE total en la población global estudiada fueron de 154,97 (535,09
KU/L, con una mediana de 42 KU/L. En los pacientes diagnosticados de hipersensibilidad a
antibióticos b-lactámicos la media fue de 188,89 (250,88 y la
mediana de 96 KU/L. En los pacientes diagnosticados en la Fase II los valores fueron de
144,47 (156,45. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas. Solamente
se detectó IgE específica en un paciente diagnosticado durante la Fase de
re-exposición, por lo que no se han realizado comparaciones.
COMPARACION ENTRE LOS PACIENTES DIAGNOSTICADOS EN FASE I Y FASE II
Se realizó la comparación entre los pacientes diagnosticados durante la Fase I y la Fase
II en relación con las variables recogidas de la anamnesis. La comparación de la edad,
el sexo y la atopia no mostró diferencias estadísticamente significativas entre los
pacientes diagnosticados durante la Fase I y los diagnosticados durante la Fase II.
(Tabla 9). Tampoco se encontraron diferencias en lo referente al día de tratamiento, periodo de
latencia y duración de la reacción (Tabla 10). En cuanto al tiempo transcurrido desde la
reacción hasta el momento de la realización del estudio, la media de meses fue superior
para los pacientes diagnosticados en la segunda fase; la diferencia estuvo en los límites
de la significación estadística (p=0,079). Al analizar por separado los diferentes
grupos de fármacos, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en los
pacientes con reacciones con penicilinas, aunque el tiempo bastante mayor en los pacientes
diagnosticados en la Fase II (195,5 meses frente a 240 meses p=0,645); en el caso de las
aminopenicilinas la diferencia fue notable: 35,17 meses en Fase I frente a 85,88 meses en
Fase II; la diferencia fue también cercana a la significación (p=0,10); para las
cefalosporinas, consideradas en su conjunto, la diferencia fue de 12,23 a 16,05 meses
(p=0,06). Comparando los fármacos implicados en las reacciones, se encontró una mayor
frecuencia de reacciones con cefalosporinas de segunda generación en la fase II (p=0,053)
(Tabla 11). No se encontraron diferencias en ambos grupos, en cuanto a la vía de
administración del antibiótico (Tabla 12). Con respecto al tipo de reacción, se
encontró un mayor porcentaje de anafilaxia entre los pacientes diagnosticados en el
estudio inicial (p=0,045) (Tabla 13). Comparando los fármacos implicados en las
reacciones, se encontró una mayor frecuencia de reacciones con cefalosporinas de segunda
generación en la fase II (p=0,053) (Tabla 11).
RELACION DEL CAP CON LAS DISTINTAS VARIABLES EN LOS PACIENTES DIAGNOSTICADOS DE
HIPERSENSIBILIDAD A b-LACTAMICOS
Respecto a la determinación de IgE específica, no pudimos analizar las diferencias entre
los pacientes diagnosticados en la Fase I del estudio y los diagnosticados en la Fase II,
ya que sólo un paciente diagnosticado en Fase II presentó IgE específica positiva
frente a beta-lactámicos. Sin embargo, al analizar el tiempo transcurrido desde la
reacción hasta el momento del estudio en la muestra global de pacientes diagnosticados de
hipersensibilidad a antibióticos b-lactámicos, se encontró
una asociación estadísticamente significativa entre la positividad del CAP y las
reacciones ocurridas hacía menos de 4 años (p menor de 0,034).
Por el contrario la frecuencia de IgE específica positiva en las reacciones ocurridas
más de 8 años antes del estudio fue menor de la esperada (p="0,030)." No
existió correlación entre los resultados del CAP y el tipo de antibiótico implicado.
Sí se encontró asociación estadísticamente significativa entre el CAP positivo y los
cuadros de anafilaxia (p="0,029)."
DISCUSION
El diagnóstico de hipersensibilidad a beta-lactámicos se basa en la historia clínica,
la realización de pruebas cutáneas y la determinación de IgE específica. Si estas
pruebas resultan negativas, el estudio se continúa, en nuestro medio, con una prueba de
exposición controlada con el fármaco implicado, siempre que no exista contraindicación
formal. Si el paciente tolera el antibiótico, se concluye que no es alérgico al mismo.
Esta aproximación resulta adecuada en la mayor parte de las ocasiones, pero existen casos
en los que el paciente presenta posteriormente una reacción al fármaco que había
tolerado. Tampoco es infrecuente, al menos en nuestro medio, que los estudios de
hipersensibilidad a antibióticos se realicen varios años después de la reacción.
Podría haber sucedido que, en el momento de la evaluación diagnóstica, tras varios
años sin exposición al fármaco, el paciente tolerase incluso una dosis terapéutica del
mismo, pero en una segunda exposición, presentase la reacción. Para analizar esta
posibilidad seria interesante, conocer la evolución de las pruebas diagnósticas a lo
largo del tiempo. Así, Finke7 encontró un porcentaje de positivos del 77% cuando las
pruebas eran realizadas en los tres primeros meses, que descendía a un 25% cuando la
evaluación se realizaba de 5 a 10 años después. Por su parte, Patriarca y
col.8 en un
seguimiento a lo largo de 6 años de pacientes con pruebas cutáneas o determinación de
IgE específica positivas frente a penicilina, demostraron que las pruebas cutáneas se
mantenían positivas en el 75,6% de los pacientes a los 2 años, en el 40,3% a los cuatro
y únicamente en el 20% a los 6 años; la IgE específica seguía una evolución similar,
aunque no sucede lo mismo lo mismo con las pruebas de parche con beta-lactámicos, tal
como otros autores han reflejado8,9. En nuestro país, Fernández y
Fiandor10, demuestran
que las pruebas cutáneas con beta-lactámicos se negativizan en el 48% de los pacientes a
los 2 años del diagnóstico. Pamies y col.11 estudian 39 sujetos, 27 positivos a
bencilpenicilina y 12 a amoxicilina, a los que repitieron las pruebas entre un mes y 7
años después del diagnóstico. En el primer grupo, el 87% seguía siendo positivo al mes
y el 81% en la re-evaluación mientras que en el grupo de la amoxicilina, el 66% era
positivo al mes y el 42% en la re-evaluación. Por su parte, Posadas y
col.12 realizan un
seguimiento de 25 sujetos con IgE específica a bencilpenicilina y 24 sujetos con IgE
específica a amoxicilina, observando que en el primer grupo, el 21% de los sujetos eran
negativos al año y el 82% al quinto año, mientras que en el segundo, lo fueron el 42 y
el 100% respectivamente. Por lo tanto, parece claro que existe una progresiva disminución
de la positividad a lo largo del tiempo en las pruebas cutáneas con beta-lactámicos. Si
nosotros evaluamos a un paciente bastante tiempo después de la reacción, podría darse
el caso de que nos encontrásemos con un sujeto que presentase pruebas cutáneas
negativas, e incluso tolerase el fármaco beta-lactámico, pero que en una exposición
posterior desarrollase una reacción de hipersensibilidad. En nuestro estudio, 22
pacientes (3,4% de la muestra global y un 13,01% de los positivos) que habían presentado
pruebas cutáneas negativas y que habían tolerado una dosis completa del fármaco
beta-lactámico causante de su reacción presentaron, al repetir el estudio, una prueba
cutánea o una prueba de exposición controlada positiva. Existen escasos estudios de este
tipo. En un estudio similar realizado en 249 pacientes, López-Serrano y
cols.2,
encuentran que 10 de ellos (un 5% de la muestra y un 19,23% de los positivos), presentan
una re-evaluación positiva. Por su parte, Donado y cols.6, con un protocolo parecido, de
75 pacientes diagnosticados de hipersensibilidad a beta-lactámicos, 13 (17,3%) presentan
una prueba cutánea o una prueba de exposición controlada positiva en la re-evaluación
de los pacientes. En nuestro estudio, este porcentaje no difiere mucho de las dos cifras
anteriores, aunque es ligeramente menor. Por otra parte, se intentó evaluar si existía
algún factor que pudiera predecir qué pacientes podrían presentar un resultado positivo
en la reprovocación; para ello, se analizaron las variables recogidas de la anamnesis.
Respecto a los pacientes, ni la edad, ni el sexo ni el porcentaje de atopia fueron
diferentes entre los pacientes diagnosticados en la Fase I del estudio y los
diagnosticados en la Fase II. Al analizar las características de las reacciones, tampoco
se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la vía de administración,
el momento de aparición de la reacción, el período de latencia o la duración de la
reacción. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas respecto al
fármaco implicado, salvo en el caso de las cefalosporinas de segunda generación, que
estuvieron al borde la significación estadística (4,5% en Fase I frente a 13,6% en Fase
II; p="0,056).;" cabe hacer constar que en el caso de las aminopenicilinas, el
porcentaje fue mucho mayor en Fase I que en Fase II (60,5% frente al 45,4%), aunque la
diferencia no fue estadísticamente significativa. Sin embargo, sí se encontraron
diferencias estadísticamente significativas en el tipo de reacción presentada: así, los
pacientes diagnosticados en la Fase I presentaron un porcentaje de anafilaxia tres veces
mayor que el de los pacientes diagnosticados durante la Fase II. Probablemente podría
deberse a que las reacciones anafilácticas, más intensas, mantienen durante más tiempo
la reactividad cutánea. De hecho, los pacientes que habían padecido una reacción
anafiláctica, presentaron un mayor porcentaje de prick positivos (p="0,029;"
datos no mostrados). Además, en relación con los niveles de IgE específica, en este
caso de la muestra global (ya se pudo realizar un análisis estadístico, puesto que
únicamente un paciente de los diagnosticados durante la Fase II del estudio presentó una
determinación positiva), se encontró una asociación estadísticamente significativa
entre la positividad del CAP y las reacciones ocurridas hacía menos de 4 años (p menor
de 0,034). Por el contrario, la frecuencia de positividad en reacciones ocurridas más de
8 años antes fue menor de la esperada (p="0,030)." Esto podría estar en
relación con el descenso progresivo que se produce en los niveles de IgE específica a
beta-lactámicos a lo largo del tiempo, como han referido algunos autores8,12. De acuerdo
con los datos de la bibliografía, podría ser interesante analizar el tiempo transcurrido
desde la reacción hasta el momento del estudio, entre los pacientes diagnosticados en las
dos fases del mismo, ya que el porcentaje de positividad de las pruebas cutáneas y de los
niveles de IgE específica disminuye con el tiempo. En la muestra global de pacientes
diagnosticados de hipersensibilidad a beta-lactámicos, se encontró que el tiempo medio
transcurrido desde la reacción hasta el momento del estudio fue de 78,06(114,43 meses
para los pacientes diagnosticados durante la Fase I y de 99,60(105,73 meses para los
diagnosticados durante la fase II p="0,079." En el estudio de Díaz Donado y
cols6 encontraron que el porcentaje de pacientes en los que habían transcurrido más de
18 meses desde la reacción hasta el momento del diagnóstico fue significativamente mayor
en los pacientes diagnosticados durante la Fase II que en los diagnosticados durante la
Fase I. Al subdividir la población en grupos, se observó que el porcentaje de paciente
diagnosticados durante la Fase I del estudio que acudió a la consulta antes de 48 meses
desde la reacción de la reacción fue del 81%, frente a un 50% en el caso de los
pacientes diagnosticados durante la Fase II (p="0,065)." Por otra parte, en un
reciente estudio, Blanca y cols13, en un seguimiento de pacientes con pruebas cutáneas
positivas frente a beta-lactámicos, encuentran que los pacientes con pruebas cutáneas
positivas exclusivamente frente a aminopenicilinas pierden antes la positividad que los
pacientes con pruebas cutáneas positivas frente a determinantes de la penicilina. En
nuestro estudio, hemos analizado si el tiempo transcurrido era menor en los pacientes
diagnosticados durante la Fase I respecto a los diagnosticados durante la Fase II con
relación al fármaco implicado. No se encontraron diferencias estadísticamente
significativas en el caso de la penicilina (195,5 frente a 240 meses, respectivamente;
p="0,64)," pero fueron cercanas a la significación en el caso de las
aminopenicilinas (35,17 frente a 85,88 meses; p="0,10)" y de las cefalosporinas
(12,23 frente a 16,5 meses; p="0,06)." En resumen, se encontró un grupo de
pacientes (13,01%) en los que las pruebas cutáneas o la prueba de exposición controlada
resultaron positivas al repetirlas a las dos o tres semanas de un estudio inicial
negativo. En estos pacientes no se encontraron diferencias respecto a la edad, sexo,
porcentaje de atopia, fármaco implicado (salvo en el caso de las cefalosporinas de
segunda generación), día de tratamiento en que aparece la reacción, periodo de
latencia, tipo de reacción, duración de la misma o niveles de IgE total. Se observó un
mayor porcentaje de anafilaxia en los pacientes diagnosticados durante el estudio inicial
que durante la fase de re-exposición. También se observó un lapso de tiempo mayor desde
que apareció la reacción hasta la realización del estudio en el caso de los pacientes
diagnosticados durante la Fase II; esta diferencia estuvo en los límites de la
significación estadística y resultó particularmente notable en el caso de las
aminopenicilinas. Además de aumentar la producción de IgE específica y la inflamación
de las vías aéreas, el diesel es capaz de agudizar el asma (tanto en pacientes
alérgicos como no alérgicos), de disminuir el aclaramiento mucociliar y de incrementar
la permeabilidad de las células del epitelio respiratorio a los alergenos.
TABLA 1: CARACTERMSTICAS DE LOS PACIENTES Y LAS REACCIONES EN LA MUESTRA GLOBAL
MUESTRA GLOBAL |
% o mediana |
|
EDAD | 42,681 18,24 |
40 |
SEXO mujeres hombres |
427 229 |
65,1% 34,9% |
ATOPIA | 8,7% |
13,2% |
TIEMPO TRANSCURRIDO (meses) | 150,991 140,55 |
84 |
DIA DE TRATAMIENTO (días) | 2,081 2,16 |
1,711 1,80 |
PERIODO DE LATENCIA (minutos) | 179,071 624,03 |
20 |
DURACIÓN DE LOS SMNTOMAS (horas) | 56,39 1 122,66 |
10 |
Tabla 2: ANTIBIOTICO SOSPECHADO
Frecuencia |
Porcentaje |
Porcentaje válido |
Porcentaje acumulado |
||||||
|
AMINOPENICILINAS |
285 |
43,4 |
48,8 |
48,8 |
||||
NATURALES |
238 |
36,3 |
40,8 |
89,6 |
|||||
CEFALOSPORINA DE 2* |
28 |
4,3 |
4,8 |
94,4 |
|||||
CEFALOSPORINA DE 3* |
15 |
2,3 |
2,6 |
97,0 |
|||||
CEFALOSPORINA DE 1* |
8 |
1,2 |
1,4 |
98,4 |
|||||
UREIDOPENICILINAS |
6 |
0,9 |
1,0 |
99,4 |
|||||
PENICILASA RESISTENTE |
4 |
0,6 |
0,7 |
100,0 |
|||||
Total |
584 |
89,0 |
100,0 |
||||||
DESCONOCIDA |
72 |
11,0 |
|||||||
Total |
656 |
100,0 |
Tabla 3: VIA DE ADMINISTRACION
Frecuencia |
Porcentaje |
Porcentaje válido |
Porcentaje acumulado |
||
|
ORAL |
333 |
50,8 |
52,3 |
52,3 |
INTRAMUSCULAR |
276 |
42,1 |
43,3 |
95,6 |
|
INTRAVENOSA |
22 |
3,4 |
3,5 |
99,1 |
|
OTRA |
4 |
0,6 |
0,6 |
99,6 |
|
TOPICA |
2 |
0,3 |
0,4 |
100,0 |
|
Total |
637 |
97,1 |
100,0 |
||
DESCONOCIDA |
19 |
2,9 |
|||
Total |
656 |
100,0 |
Tabla 4: REACCIONES DESCRITAS POR LOS PACIENTES
Frecuencia |
Porcentaje |
Porcentaje válido |
Porcentaje acumulado |
||||||
URTICARIA/AE |
278 |
42,4 |
43,1 |
43,1 |
|||||
EXANTEMA |
122 |
18,6 |
18,9 |
62,0 |
|||||
INESPECMFICA |
83 |
12,7 |
12,9 |
74,9 |
|||||
SINCOPE VAGAL |
62 |
9,5 |
9,6 |
84,5 |
|||||
ANAFILAXIA |
53 |
8,1 |
8,2 |
92,7 |
|||||
PRURITO |
17 |
2,6 |
2,6 |
95,3 |
|||||
OTRA |
14 |
2,1 |
2,2 |
97,5 |
|||||
ERITEMA MULTIFORME |
5 |
0,8 |
0,8 |
98,3 |
|||||
EZCEMA |
5 |
0,8 |
0,8 |
99,1 |
|||||
BRONCOESPASMO |
3 |
0,5 |
0,5 |
99,6 |
|||||
ENF. SUERO |
1 |
0,2 |
0,2 |
99,8 |
|||||
REACCION LOCAL |
2 |
0,3 |
0,3 |
100,0 |
|||||
Total |
645 |
98,3 |
100,0 |
||||||
NO RECORDADA |
11 |
1,7 |
|||||||
Total |
656 |
100,0 |
Tabla 5: RESULTADO GLOBAL DEL ESTUDIO
Frecuencia |
Porcentaje del global |
Porcentajes respecto a los positivos |
|||||
POSITIVOS FASE I | 147 |
22,4 |
86,98 |
||||
POSITIVOS FASE II | 22 |
3,4 |
13,02 |
||||
NEGATIVOS | 487 |
74,2 |
|||||
Total | 656 |
100,0 |
Tabla 6: RESULTADOS DEL DIAGNOSTICO EN LAS DISTINTAS FASES
Frecuencia |
Porcentaje |
||||
|
PRICK FASE I POSITIVO | 39 |
23,1 |
||
ID FASE I POSITIVA | 95 |
56,2 |
|||
PROVOCACION FASE I POSITIVA | 13 |
7,7 |
|||
PRICK FASE II POSITIVO | 3 |
1,8 |
|||
ID FASE II POSITIVA | 17 |
10,1 |
|||
PROVOCACION FASE II POSITIVA | 2 |
1,2 |
|||
Total | 169 |
100,0 |
Tabla 7: PRUEBAS CUTANEAS EN LA FASE DE REPROVOCACIÓN
PPL |
MDM |
PEN G |
AMX |
AMP |
CEF |
||||||||
NEGATIVO |
Recuento |
14 |
11 |
17 |
10 |
12 |
18 |
||||||
% |
70% |
55% |
85% |
50% |
60% |
90% |
|||||||
PRIK |
Recuento |
0 |
0 |
0 |
3 |
1 |
0 |
||||||
% |
0 |
0 |
0 |
15% |
5% |
0 |
|||||||
ID |
Recuento |
6 |
9 |
3 |
7 |
7 |
2 |
||||||
% |
30% |
45% |
15% |
35% |
35% |
10% |
|||||||
Total |
20 |
20 |
20 |
20 |
20 |
20 |
Tabla 8: PACIENTES CON PRUEBAS CUTANEAS POSITIVAS EN FASE II
SEXO |
EDAD |
FARMACO |
REACCION |
PPL |
MDM |
PEN G |
AMX |
AMP |
CEFAZ |
OTRO |
|
1 |
VARON |
42 |
AMINOPEN |
URTICARIA/AE |
(-) |
(-) |
(-) |
(+) |
(+) |
(-) |
, |
2 |
MUJER |
44 |
PEN G |
INESPECIFICA |
(-) |
(+) |
(-) |
(-) |
(-) |
(-) |
, |
3 |
VARON |
37 |
CEF 2* |
ANAFILAXIA |
(-) |
(+) |
(-) |
(-) |
(-) |
(-) |
(-) |
4 |
MUJER |
59 |
CLOX |
URTICARIA/AE |
(-) |
(+) |
(-) |
(-) |
(-) |
(-) |
(+) |
5 |
VARON |
65 |
PEN G |
URTICARIA/AE |
(-) |
(+) |
(+) |
(+) |
(+) |
(+) |
, |
6 |
MUJER |
24 |
PENG |
SINCOPE |
(+) |
(+) |
(-) |
(+) |
(+) |
(+) |
, |
7 |
VARON |
56 |
CEF 2* |
URTICARIA/AE |
(+) |
(-) |
(-) |
(-) |
(-) |
(-) |
(-) |
8 |
MUJER |
29 |
AMINOPEN |
URTICARIA/AE |
(-) |
(-) |
(+)* |
(+)* |
(+) * |
(-) |
, |
9 |
MUJER |
72 |
AMINOPEN |
URTICARIA/AE |
(+) |
(+) |
(-) |
(-) |
(-) |
(-) |
, |
10 |
MUJER |
44 |
PEN G |
EXANTEMA |
(-) |
(-) |
(+) |
(-) |
(-) |
(-) |
, |
11 |
MUJER |
29 |
AMINOPEN |
SINCOPE |
(+) |
(-) |
(-) |
(+) |
(-) |
(-) |
, |
12 |
VARON |
29 |
, |
URTICARIA/AE |
(-) |
(-) |
(-) |
(+) |
(+) |
(-) |
, |
13 |
MUJER |
26 |
CEF 2* |
INESPECIFICA |
(-) |
(-) |
(-) |
(-) |
(+) |
(-) |
(-) |
14 |
MUJER |
17 |
AMINOPEN |
URTICARIA/AE |
(-) |
(-) |
(-) |
(+) |
(-) |
(-) |
(+) |
15 |
MUJER |
26 |
AMINOPEN |
URTICARIA/AE |
(+) |
(+) |
(-) |
(-) |
(-) |
(-) |
(-) |
16 |
MUJER |
21 |
AMINOPEN |
URTICARIA/AE |
(-) |
(+) |
(-) |
(-) |
(-) |
(-) |
(-) |
17 |
MUJER |
47 |
AMINOPEN |
URTICARIA/AE |
(-) |
(-) |
(-) |
(+) |
(-) |
(-) |
(-) |
18 |
MUJER |
46 |
AMINOPEN |
ANAFILAXIA |
(-) |
(-) |
(-) |
(+) |
(-) |
(-) |
(-) |
19 |
VARON |
35 |
AMINOPEN |
URTICARIA/AE |
(+) |
(+) |
(-) |
(-) |
(-) |
(-) |
, |
20 |
VARON |
44 |
URTICARIA/AE |
(-) |
(-) |
(-) |
(+) |
(+) |
(-) |
, |
*PC positivas a la semana/Parches positivos a las 96 horas.
Tabla 9: CARACTERISTICAS DE LOS PACIENTES: COMPARACIÓN ENTRE FASE I Y FASE II
FASE I |
FASE II |
P |
|
SEXO Mujeres Hombres |
81 (55,1%) 66 (44,9%) |
14 (63,6%) 8 (36,4%) |
n.s. |
EDAD |
41,95 1 17,63 |
39,64 1 14,37 |
n.s. |
ATOPIA SI NO |
20 (13,8%) 125 (85,5%) |
2 (9,1%) 20 (90,9%) |
n.s. |
TABLA 10: COMPARACIÓN DE LAS REACCIONES: FASE I Y FASE II
FASE I |
FASE II |
p |
|
TIEMPO DESDE LA REACCION |
78,061 114,43 |
99,601 105,73 |
0,079 |
DIA DE TRATAMIENTO |
1,711 1,85 |
1,671 1,5 |
n.s. |
PERIODO DE LATENCIA |
79,141 213,74 |
75,611 131,31 |
n.s. |
DURACION DE LA REACCION |
33,131 52,89 |
17,371 28,59 |
n.s. |
RIESGO VITAL |
44 (29,9%) |
2 (9,1%) |
0,042 |
TABLA 11: ANTIBIOTICO IMPLICADO: COMPARACIÓN ENTRE FASE I Y FASE II
FASE I |
FASE II |
p |
|||||||||
Recuento |
% |
Recuento |
% |
||||||||
|
PENICILINA G |
32 |
21,8% |
4 |
18,2% |
n.s. |
|||||
AMINOPENICILINAS |
89 |
60,5% |
10 |
45,4% |
n.s. |
||||||
UREIDOPENICILINAS |
2 |
1,4% |
1 |
4,5% |
n.s. |
||||||
PENICILASA RESISTENTE |
2 |
1,4% |
1 |
4,5% |
n.s. |
||||||
CEFALOSPORINA DE 1* |
3 |
2% |
0 |
0% |
n.s. |
||||||
CEFALOSPORINA DE 2* |
6 |
4,1% |
3 |
13,6% |
P=0,053 |
||||||
CEFALOSPORINA DE 3* |
5 |
3,4% |
1 |
4,5% |
n.s. |
||||||
DESCONOCIDO |
8 |
5,4% |
2 |
9,1% |
n.s. |
||||||
TOTAL |
147 |
100% |
22 |
100% |
TABLA 12: VIA DE ADMINISTRACION: COMPARACION ENTRE FASE I Y FASE II
FASE I |
FASE II |
p |
|||||||||
Recuento |
% |
Recuento |
% |
||||||||
|
ORAL |
102 |
68,0% |
15 |
68,2% |
n.s. |
|||||
INTRAMUSCULAR |
34 |
23,1% |
7 |
31,8% |
n.s. |
||||||
INTRAVENOSA |
6 |
4,1% |
|||||||||
TOPICA |
1 |
0,7% |
|||||||||
OTRA |
1 |
0,7% |
|||||||||
DESCONOCIDA |
3 |
2,0% |
|||||||||
TOTAL |
147 |
100% |
22 |
100% |
TABLA 13: TIPO DE REACCION: COMPARACION ENTRE FASE I Y FASE II
FASE I |
FASE II |
p |
|||||||||||||
Recuento |
% |
Recuento |
% |
||||||||||||
URTICARIA/AE |
75 |
51,0% |
14 |
63,6% |
n.s. |
||||||||||
ANAFILAXIA |
44 |
29,9% |
2 |
9,1% |
0,043 |
||||||||||
EXANTEMA |
20 |
13,6% |
2 |
9,1% |
n.s. |
||||||||||
INESPECIFICA |
2 |
1,4% |
2 |
9,1% |
n.s. |
||||||||||
SINCOPE VAGAL |
1 |
0,7% |
2 |
9,1% |
n.s. |
||||||||||
ERITEMA MULTIFORME |
2 |
1,4% |
|||||||||||||
EZCEMA |
1 |
0,7% |
|||||||||||||
PRURITO |
2 |
1,4% |
|||||||||||||
TOTAL |
147 |
100,0 |
22 |
100,0 |
BIBLIOGRAFIA
1. Idsoe O, Guthe T, Willcox RR, Weck AL, de. Nature and extent of penicillin
side-reactions, with particular reference to fatalities from anaphylactic shock. Bull
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and immediate hypersensitivity skin reactions employing major and minor determinants of
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reprovocation in penicillin allergy study. Allergy 1993; 48:147.
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de la reevaluación diagnóstica en el estudio de hipersensibilidad a beta-lactámicos.
Rev Esp Alergol Inmunol Clin 1995; 10:317-324.
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negative with no further exposure to the specific allergen: a long-term, prospective,
follow-up study in patients allergic to penicillin. J Investig Allergol Clin Immunol 1996;
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Dermatitis 1993; 28:190.
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Esp Alergol Inmunol Clin 1997; 12:7-8.
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