VALOR DE LA DETERMINACION DEL OXIDO NITRICO

NASAL Y EXALADO EN LA RINITIS Y EL ASMA

 

 

Antonio Luis Valero Santiago, Alfonso Torrego Fernández, César Picado Vallés

 

Servicio de Neumología y Alergia Respiratoria

Institut Clínic de Neumología y Cirugía Torácica

Hospital Clínic (Barcelona)

 

RESUMEN

 

Existen evidencias suficientes para considerar que el control de la inflamación condiciona en gran medida la evolución del asma y la rinitis. Existen diferentes exploraciones que nos permiten valorar la inflamación. Disponemos de técnicas “invasivas” como la biopsia y lavados mediante broncoscopia, la toma de biopsias de la mucosa nasal, y métodos “no invasivos” como el esputo inducido, el análisis de óxido nítrico y otros gases en el aire espirado y nasal, y la cuantificación en muestras biológicas de los mediadores de la inflamación. El óxido nítrito o monóxido de nitrógeno (NO) es un gas altamente lipofílico que difunde de forma rápida a través de membranas biológicas a favor de gradiente, lo que junto a su corta vida media le permite actuar como mediador en diferentes sistemas intracelulares y de trasducción de señales En el aparato respiratorio, el NO participa en el origen y mantenimiento de procesos inflamatorios. El hecho de que sea inducida por lipopolisacáridos y diferentes citocinas pro-inflamatorias (IL-1b, TNF-a, TNF-b, INFg), ha hecho considerar al NO como un marcador de la inflamación. Las evidencias actuales hacen pensar que la medición del NO exalado y nasal, puede ser un buen marcador de la inflamación en la rinitis y el asma, no obstante nuevos estudios deberían aportar datos sobre los factores que modifican sus valores, su relación cuantitativa con la inflamación, su correlación con las manifestaciones clínicas, exploraciones funcionales y otros parámetros de la inflamación.

 

FUNDAMENTOS

 

En la actualidad se considera  que la alteración fundamental de las enfermedades como el asma, enfermedad obstructiva crónica, fibrosis quística, rinitis, rinosinusitis, y poliposis entre otras, es un proceso inflamatorio que condiciona la presencia de la enfermedad, su evolución, su tratamiento. La evaluación precisa de la inflamación nos puede permitir  monitorizar la progresión de la enfermedad, valorar la respuesta del tratamiento realizado y considerar la actitud terapéutica a adoptar.

 

El proceso inflamatorio y el remodelado de la vía aérea desempeñan un papel fundamental en la patogenia del asma bronquial, existiendo evidencias suficientes para considerar que el control de la inflamación condiciona en gran medida la evolución de la enfermedad (1, 2). Esta necesidad de monitorizar la inflamación ha condicionado la descripción de diferentes técnicas exploratorias en este sentido. Disponemos de técnicas “invasivas”, que se basan en la realización de broncoscopias con la toma de biopsias, cepillados y lavados broncoalveolares, que son difíciles de realizar dada la agresividad de estas.

Se han desarrollado nuevos métodos “no invasivos” clasificados en: técnicas de medición de la inflamación a través del estudio del esputo inducido, a través del análisis de gases en el aire espirado (óxido nítrico, monóxido de carbono, pentanos), y la cuantificación en sangre y orina de mediadores de la inflamación.

 

La inflamación nasal se estudia mediante; a) citología nasal (biopsias, cepillados) mediante microscopía, inmunohistoquímica, citometría de flujo y PCR, pudiéndose estudiar los neutrófilos, eosinófilos, linfocitos y células epiteliales; b) a través de la cuantificación de los mediadores de la inflamación en biopsias y lavados nasales; c) la medición del óxido nítrico en aire de la cavidad nasal.

 

El óxido nítrito o monóxido de nitrógeno (NO) es un gas altamente lipofílico que difunde de forma rápida a través de membranas biológicas a favor de gradiente, lo que junto a su corta vida media le permite actuar como mediador en diferentes sistemas intracelulares y de trasducción de señales (3,4).

 

Se sintetiza a partir del aminoácido L-arginina por la acción de  la óxido-nítrico sintasa (ONS) en diferentes células. Existen tres isoformas de ONS, dos denominadas  constitutivas y calcio dependientes que son la endotelial y la neuronal (eONS o tipo I y nONS o tipo III), que sintetizan NO en condiciones normales, y la inducible y calcio independiente (iONS o tipo II) que no se  expresa o lo hace de forma muy débil en condiciones fisiológicas.

 

En el aparato respiratorio, el NO modula el funcionamiento del músculo liso y los vasos sanguíneos de la vía aérea, participa en el control de la motilidad ciliar, posee acción antiinfecciosa, y participa en el origen y mantenimiento de diferentes procesos inflamatorios (5,6). El hecho de que la iONS se encuentre en diferentes células del tracto respiratorio (eosinófilos, neutrófilos, macrófagos, fibroblastos, celulas endoteliales y epiteliales), y sea inducida por endotoxinas y diferentes citocinas pro-inflamatorias (IL-1b, TNF- a, TNF-b, INFg), ha hecho considerar al NO como un marcador de la inflamación en la vía respiratoria.

 

Las mediciones del NO se realizan en el aire mediante analizadores de quimioluminiscencia. También se puede determinar en muestras biológicas de forma indirecta a través de la determinación de productos de degradación (nitratos y nitritos), de la reacción con proteínas (peroxinitritos), y de la cuantificación en la expresión de las isoformas de NOS (7-11).

 

ÓXIDO NÍTRICO EN EL ASMA BRONQUIAL

 

Introducción

El interés por la medición del óxido nítrico exalado se produce tras la publicación de Gustafsson  y cols en 1991 (12),  en la que describen la  medición del NO en aire exalado en animales y sujetos sanos. Existen evidencias de que la elevación del NOex  es producto de un aumento de la expresión de la iNOS, y que hay una estrecha relación entre el NOex y la inflamación de la vía aérea (13-15).

 

 

Metodología en la medición del óxido nítrico exalado

 

Las metodologías empleadas a lo largo del tiempo han sido muy dispares, por lo que se ha hecho difícil la comparación de resultados entre diferentes grupos de trabajo. En 1997 la European Respiratory Society publica unas recomendaciones sobre la medición del NOex, recomendaciones que son ampliadas en 1999 por la American Thoracic Society (17,18). La medición de NOex se expresa en partes por billón (ppb), que equivale a  nanolitros por litro (nl/L).

 

Se ha demostrado la formación de NO en orofaringe, que se origina mediante un proceso no enzimático, en el que los nitratos y nitritos se reducen y forman NO. Este proceso también se produce en estomago, aunque no se piensa que pueda contaminar la orofaringe, salvo en casos de regurgitación durante la espiración. Se ha sugerido que ciertos alimentos ricos en nitratos/nitritos como lechugas y espinacas pueden incrementar la producción el NO a través de la saliva y alterar las mediciones del NOex (19-21). En las fosas nasales se detectan grandes cantidades de NO, principalmente en los senos paranasales, siendo muy elevados en comparación con los del árbol bronquial (22).

 

La concentración ambiental de NO es muy variable, pudiendo oscilar entre 1 y 600 ppb. En muchos trabajos se ha debatido si el NO ambiental puede afectar la medición del NOex, llegándose a propugnar la utilización de aire libre de NO para inhalar antes de la maniobra de medición del NOex, aunque valores bajos de contaminación no influyen en los valores de NOex (17).

 

Se han utilizado tres maniobras para la medición del NOex: dos para la medición on-line: espiración lenta desde la capacidad pulmonar total con un flujo constante contra resistencia, y respiración lenta a volumen corriente durante un tiempo, y una para la medición off-line: espiración profunda única no controlada dentro de un  reservorio. La mas utilizada en la actualidad es la espiración lenta controlada.

 

Se ha valorado la dependencia del NOex a las variaciones en el flujo espiratorio, existiendo una cierta correlación inversa entre la meseta del NO y el flujo espiratorio, por lo que se recomienda realizar las mediciones a un flujo constante. Con el fin de evitar la contaminación del NOn en la maniobra, esta se debe de realizar contra una resistencia de 5-20 cmH2O para elevar el velo del paladar y aislar la cavidad.

 

La medición on-line del NOex, se debe de realizar a través de una maniobra de espiración lenta desde la capacidad pulmonar total hasta el volumen residual total manteniendo un flujo constante de 0.05L/s (±10%) y una presión oral entre  5-20 cmH2O. Estando sentado, sin oclusión nasal, y de forma preferente tras inhalación de aire libre de NO (<5ppb). Tras la inspiración, se debe de realizar de forma inmediata la espiración debido a que la apnea puede modificar el valor obtenido. El tiempo de espiración debe de ser de 6-15 segundos, debiendo obtener un plateau de 3 segundos de duración con una variabilidad inferior al 10%. Se deben repetir tres maniobras válidas con un período mínimo entre ellas de 30 segundos y calcular la media de los valores.

 

 

Factores que influencian el NO exalado

 

La edad no parece tener influencia en los valores del NOex en adultos ni en edades pediátricas entre 6 y 17 años, no obstante Franklin y cols (23), en un estudio realizado en niños entre 7 y 13 años encuentra aumentos del NOex al aumentar la edad. Tampoco tienen influencia el peso, el índice corporal, la talla, el sexo, el ciclo menstrual y el embarazo (18, 21, 24).

 

Se ha especulado, aunque en algunos estudios no se ha demostrado,  con la posibilidad de que alimentos ricos en nitratos/nitritos como la lechuga o la espinaca pudieran aumentar los valores de NOex (19,21).  La ingesta de agua y alcohol puede reducir de forma transitoria los valores, afectando el alcohol sólo en pacientes asmáticos y no en población normal.

Se ha demostrado que la medición de NOex de forma repetida no modifica los valores obtenidos (21,25). El ritmo circadiano tampoco aunque se aconseja la realización de las mediciones seriadas a la misma hora del día (26).

 

Se ha constatado el descenso del NOex en asmáticos y sujetos normales al minuto de la realización de una maniobra de espirometría forzada (25). El grado de obstrucción bronquial también podría disminuir los resultados obtenidos, y otros estudios han verificado un aumento tras la broncodilatación en pacientes asmáticos (26).

Él hábito tabáquico reduce los valores de NOex, mientras que  fumar antes de la medición los aumenta (27,28). Se ha demostrado un descenso del NOex tras el ejercicio (29,30), por lo que no se recomienda la realización de ejercicios bruscos antes de la medición.

 

La atopia es un factor determinante en el aumento de los valores del NOex. Se han encontrado valores mas elevados (23) en población sana, dependiendo de si las pruebas cutáneas eran positivas o negativas, con una elevada significación estadística (p>0.0001). En pacientes atópicos, aun asintomáticos, se han encontrado valores superiores a los controles sanos (31), y también valores mas elevados en asmáticos y riníticos atópicos que en no atópicos (32).

 

Procesos infecciosos de las vías respiratorias aumentan los niveles de NOex, tanto en sujetos normales como en asmáticos, por lo que se recomienda no realizar la medición de NOex en el caso de una infección respiratoria presente o reciente (33, 34).

 

La evidencia de que el NOex puede ser un marcador de inflamación en sujetos asmáticos, y que a través de su medición se pueda monitorizar el tratamiento antiinflamatorio, ha hecho que se estudie la relación entre diferentes fármacos  y los valores de NOex. El tratamiento con corticoides orales o inhalados reduce los valores en pacientes asmáticos, mientras no lo modifica en sujetos normales. Esta reducción podría estar mediada por la inhibición directa de la iNOS, la inhibición de citocinas inflamatorias, o bien la inhibición del reclutamiento de células inflamatorias que expresan iNOS (16, 35).

 

Los antileucotrienos también disminuyen el NOex, pero en menor medida que los corticoides. Los b2-agonistas no parecen tener efecto directo sobre el NOex,  salvo el efecto indirecto que puedan tener al mejorar el grado de  obstrucción bronquial (16, 25, 36-38).

 

 

Óxido nítrico exalado y asma

 

El NO juega un papel importante en el reclutamiento, migración e infiltración  de eosinófilos y otras celulas en el árbol bronquial de los sujetos asmáticos. Se ha demostrado que el aumento del NOex esta relacionado con factores que incrementan la inflamación en el asma, como la exposición a alergenos y las infecciones respiratorias (13,14, 35).

 

Los esteroides orales o inhalados reducen los valores de NOex de forma dosis dependiente. Algunos estudios sugieren la correlación entre los valores del NOex y la intensidad de los síntomas, la hiperrespuesta bronquial, la atopia y otros marcadores de la inflamación (17, 18, 31, 37). Estos hechos han hecho plantear si la medición del NOex puede ser útil en el control de los enfermos asmáticos (16, 39).

 

Muchos autores han estudiado los valores de NOex en sujetos normales, tanto mediante el método on-line como off-line, publicándose cifras de normalidad con un rango  muy variable, que se explican por las diferentes metodologías utilizadas (17, 18).

 

Los valores del NOex están en directa relación con la atopia (valores de IgE y positividad de las pruebas cutáneas), por lo que se ha llegado a definir la medición del NOex como “the airways skin-prick-test”(39),  se ha descrito también que pacientes  con asma atópica tienen valores mas elevados que en los no atópicos, lo que podría demostrar diferentes mecanismos de inflamación bronquial.

 

El NOex  aumenta en las exacerbaciones asmáticas y al reducir las dosis de corticoides, es decir, sus valores varían en relación con la sintomatología y tratamiento antiinflamatorio (14, 16, 27, 40). Es un marcador extremadamente sensible  y rápido para valorar el efecto de los corticoides en el asma bronquial, se ha demostrado una reducción significativa  a las 6 horas de la nebulización única de corticoides y a los 2-3 días del tratamiento con corticoides inhalados (41, 42), reducción que ha demostrado ser dosis dependiente (43,44), por lo que el NOex puede servir para valorar la evolución y la respuesta al tratamiento antinflamatorio (37-39, 45).

 

Los parámetros que se utilizan en el seguimiento del paciente asmático valoran aspectos diferentes de la enfermedad, y ninguno de ellos por si solo, nos ofrece una visión global de la enfermedad. La función pulmonar y la hiperreactividad bronquial no son parámetros relacionados directamente con la inflamación.

 

Se ha valorado la correlación entre el NOex y,  resultados de la biopsia bronquial obtenida por broncoscopia,  la función pulmonar,  la hiperreactividad  bronquial y la eosinófilia en esputo, aunque con resultados dispares, en general se ha encontrado un cierto grado de correlación entre cada una de estas técnicas, pero la magnitud de los cambios no guardó una relación entre los diferentes parámetros estudiados (35, 46-52).

 

ÓXIDO NÍTRICO EN LA RINITIS

Introducción

Se ha detectado una alta concentración de NO nasal con respecto al encontrado en el exalado. Kimberly y cols, han demostrado que, valorando el NO en  la cavidad nasal y en el resto de la vía aérea, en el NOn se obtienen concentraciones siete veces  superiores (53).

 

Estudios realizados en sujetos sanos han indican que el NOn se origina en las celulas epiteliales, fundamentalmente en la de los senos paranasales, desde donde a través del ostium puede ser la mayor fuente de NO de las fosas nasales  (54, 55). Otros estudios no confirmaron esta hipótesis, y asignaron al epitelio de la cavidad nasal la mayor parte del NOn (56), por lo que se puede decir que actualmente no se conoce con exactitud el origen del NO detectado en la vía aérea nasal (57).

 

Algunos estudios han sugerido el papel que las bacterias pudieran tener en la generación de NO a nivel naso-sinusal, pero la persistencia de la producción del NO  tras la administración de antibióticos y  la presencia de NOn en la cavidad nasal estéril de neonatos, han descartado esta hipótesis (5, 22).

 

El aumento del NO en procesos infecciosos de la vía aérea superior y la detección de concentraciones de NO por encima de los valores bacteriostáticos (100 ppb), han sugerido que el NO actúa como agente defensivo antiinfeccioso (54). También se le ha asignado un papel fundamental en la frecuencia del latido ciliar (58, 59).

 

El NO procedente de la cavidad nasal puede llegar al árbol bronquial  junto al aire inspirado, hecho que apoya la hipótesis de que el NO nasal podría actual como mensajero “aerocrino” fisiológico en pulmón, donde concentraciones superiores a 100 ppb disminuyen de forma significativa la resistencia vascular pulmonar y aumentan la oxigenación arterial (60).

 

 

Metodología en la medición del óxido nítrico  nasal

 

Se han empleado diferentes técnicas para la medición del NOn. Actualmente la más utilizada y validada es la que recoge una muestra de aire a través de un orificio nasal, mientras el otro permanece libre, con una presión bucal suficiente para obtener la elevación del velo del paladar y así poder aislar la cavidad nasal. Para realizar la medición del NOn se precisa un flujo de aire transnasal que recorriendo ambas fosas  nos permita obtener la  muestra de aire a valorar (61) La concentración de NOn es inversamente proporcional al flujo transnasal, por lo que este debe de estar perfectamente estandarizado. Estudios recientes han evidenciado que la producción de NO (VNO) es relativamente constante en un rango de flujo transnasal de 1-5 L/minuto.

 

Para ocluir el velo del paladar se han utilizado diferentes técnicas, y la mas aconsejada, es la que se realiza espirando de forma lenta por la boca contra una resistencia de al menos 10 cm de H2O. Mantener  la boca cerrada  con una presión oral que insufle las mejillas sería otro método útil para conseguir la oclusión del velo del paladar  (18, 62).

 

Un flujo transnasal de 3 L/minuto (50 ml/s) parece ser el adecuado en la medición del NOn, ya que es un flujo próximo al utilizado de forma fisiológica por la fosa nasal,  crea un patrón de flujo turbulento que ventila adecuadamente la cavidad nasal,  y que es capaz de registrar el nivel de meseta (plateau) necesario para realizar la medición del NO (63, 64).

 
Los valores publicados del NOn en sujetos normales tienen una gran dispersión, variando entre 200 y 2000 ppb, hecho que al igual que ocurre en el NOex se explica por la diversidad d metodologica empleada.

 

 

 Factores que influencian el NO nasal

La cavidad nasal a través de su característica red vascular, puede variar el volumen de su cavidad, hecho que podría alterar la producción y la absorción del NO, pero estudios recientes señalan la independencia del valor del NOn con respecto al volumen de la cavidad nasal (65). La hipoxia nasal, sobretodo con una tensión de oxigeno por debajo del 10%, puede reducir la producción de NO por falta de sustrato (O2) para su producción (66).

 

Si consideramos a los senos paranasales como la mayor fuente de NOn, la alteración anatómica en la comunicación de las cavidades sinusales con las fosas nasales puede alterar los resultados de su medición. Las concentraciones elevadas de NO ambiental pueden afectar el NOn, ya que pueden alterar el gradiente de difusión desde el epitelio a la luz nasal (18).

 

Se han realizado mediciones en sujetos sanos desde 0 a 70 años, sin encontrar diferencias significativas, a excepción de los niños por debajo de 10-11 años, en los que su valor va aumentando desde el nacimiento hasta alcanzar el de adultos. No se ha documentado ningún cambio circadiano en el NOn, pero la medición seriada debería realizarse a la misma hora. El sexo no parece tener influencia, así como tampoco el ciclo menstrual o el embarazo. Se ha detectado un descenso en sujetos fumadores.

 

La medición se debe de realizar con el paciente sentado, aunque cambios postulares (decúbito) no han demostrado variaciones significativas a pesar de ser capaces de aumentar el volumen de la cavidad nasal (57,61). El ejercicio intenso disminuye la producción (output), por lo que no se debe realizar ejercicio una hora antes de la medición (67-69).

 

En sujetos sanos no se ha observado ninguna variación tras la administración de corticoides orales o tópicos y antibióticos (18,22), pero la administración de corticoides durante 2 semanas si que disminuye su producción (output) en sujetos normales (70). Los descongestionantes tópicos lo reducen posiblemente a expensas de la falta de sustrato para su formación tras la disminución del flujo vascular (71-73). Los anestésicos tópicos locales como la lidocaína y tetracaína no modifican su producción (output) y concentración (74).

 

Óxido nítrico nasal y rinitis

Se ha demostrado que el NOn nasal está elevado en las rinitis (75), principalmente en la rinitis alérgica, aunque otros autores no han detectado cambios con respecto a la población normal (76). Estas discrepancias podrían ser debidas  a la oclusión del complejo osteo-meatal en pacientes sintomáticos con un gran componente inflamatorio de la mucosa nasal, que impediría la aportación del NO por parte de los senos paranasales (77).

Kharitonov y cols refieren disminuciones del NOn tras la administración de corticoides tópicos nasales (75).

 

CONCLUSIONES

La medición del NO exalado y nasal, puede ser un buen marcador de la inflamación en la rinitis y el asma, no obstante nuevos estudios deberían aportar datos sobre los factores que modifican sus valores, su relación cuantitativa con la inflamación, su correlación con las manifestaciones clínicas, exploraciones funcionales y otros parámetros de la inflamación, datos que ayudaran a dilucidar su utilidad y aplicaciones. Utilidad que estará finalmente condicionada a sí realmente la valoración del NO nos permite obtener datos objetivos para determinar nuestra actitud terapéutica.

 


BIBLIOGRAFIA

 

1.      Holgate ST. The Cournand lecture. Asthma: past, present and future. Eur Respir J 1993; 6: 1507-1520.

2.      Shelhamer JH, Levine T, Wu DB, Jacoby M, Kaliner MA, Rennard SI. NIH conference: airway inflammation. Ann Intern Med 1995; 123: 288-304.

3.      Moncada S, Higgs. The L-Arginine-nitric oxide pathway. N Engl J Med 1993; 329: 2002-2012.

4.      Foresti R, Motterlini R, The heme oxigenase pathway and its interaction with nitric oxide  in the control of celular homeostasis. Free Radic Res 1999; 31: 459-475.

5.      Al-Ali MK, Howarth PH. Nitric oxide and the respiratory system in health and disease. Respir Med 1998; 92: 701-715.

6.      Runer T, Cervin A, lindberg S, Uddman R. Nitric oxide is a regulator of mucociliary activity in the upper respiratory tract. Otolaryngol Head Neck Surg 1998; 119 (suppl 3): 278-287.

7.      Grisham MB, Johnson GG, Gautreaux MD, Berg RD. Measurement  of nitrate and nitrite in extracelular fluids: a window to systemic nitric oxide metabolism. Meth Enzymol 1995; 7: 84-90.

8.      O´Donnell DM, Moynihan J, Finlay GA, Keating VM, O´Connor CM, Mcloughlin P et al. Exhaled nitric oxide and bronchoalveolar lavage nitrite/nitrate in active pulmonary sarcoidosis. Am J Resp Cell Mol Biol 1997; 156: 1892-1896.

9.      Casan P, Belda J, Queraltó JM, Zapico E, Giner J; Torrejón M y cols. Determinación de la concentración de nitratos/nitritos en el esputo inducido de pacientes asmáticos. Arch Bronconeumol 2001; 37 (Supl 4): 19-21.

10.  Saleh D, Barnes PJ, Giaid A. Increased production of the potent oxident peroxinitrite in the lungs of patients with idiopathic pulmonary fibrosis. Am J Respir Crit Care Med 1997; 155: 1763-1770.

11.  Miralles C, Busquets X, Santos C, Togores B, Hussain S, Rahman I et al. Regulation of iNOS expresion and glutathione levels in rat liver by oxigen tension. FEBS Lett 2000; 476: 253-257.

12.  Gustafsson LE, Leone AM, Persson MG, Wiklund NP, Moncada S. Endogenous nitric oxide is present in the exhaled air of rabbits, guinea-pigs and humans. Biochem Biophys Commun 1991; 181: 852-857.

13.  Alving K, Weitzberg E, Lunberg JM. Increased amount of nitric oxide in exhaled air of asthmatics. Eur Respir J 1993; 6: 1268-1270.

14.  Kharatinov SA, Yates D, Robbins RA, Logan-Sinclair R, Shinebourne E, Barnes PJ. Increased nitric oxide in exhaled air of asthmatics patientes. Lancet 1994; 343: 133-135.

15.  Persson MG, Zetterstrom O, Argenius V, Ihre E, Gustafsson LE. Single-breath oxide measurements in asthmatic patients and smokers. Lancet 1994; 343: 146-147.

16.  Kharitonov SA, Barnes PJ. Clinical aspects of exaled nitric oxide. Eur J Respir 2000; 162: 781-792.

17.  Kharitonov S, Alving K, Barnes PJ. Exhaled and nasal nitric oxide measurements: recomendations. Eur Respir J 1997; 10 : 1683-1693.

18.  Slutski AS, Drazen JM. Recommendatios for standardized procedures for the online and offline measurement of exhaled lower respiratory nitric oxide and nasal nitric oxide in adults and children-1999. Am J Respir Crit Care Med 1999; 160: 2104-2117.

19.  Zetterquist W, Pedroletti C, Lunberg JON, Alving K. Salivary contribution to exhaled nitric oxide. Eur Respir J 1999; 13: 327-333.

20.  Alving K. Methodological aspects of exhaled nitric oxide measurements. Eur Respir Rev 1999; 68: 208-211.

21.  Sánchez Gutierrez C, Romero Romero B, Jiménez Solís R, Castillo Gómez J. Estudio de reproducibilidad de la técnica de medición del óxido nítrico en aire exalado en sujetos sanos. Arch Bronconeumol 2001; 37: 371-374.

22.  Jorissen M, Lefevere L, Willems T. Nasal nitric oxide. Allergy 2001; 56: 1026-1033.

23.  Franklin PJ, Taplin R, Stick SM. Acommunity study of exhaled nitric oxide in healthy children. Am J Respir Crit Care Med 1999; 159: 69-73.

24.  Jilma b, Kastner J, Mensik C. Sex differences in concentrations of exhaled nitric oxide and plasma nitrate. Life Sci 1996; 58: 469-476.

25.  Silkoff PE, Wakita S, Chatkin J. Exhaled nitric oxide after b2 agonists inhalation and spirometry in asthma. Am J Respir Crit Care Med 1999; 159: 940-944.

26.  Gouw HW, Sterk PJ. Stimuli affecting exhaled nitric oxide in asthma. Eur Repir Rev 1999; 68: 219-222.

27.  ten Hacken NH, van der Vaart H, van der Mark TW, Koeter GH, Posma DS. Exhaled nitric oxide is higher both at day and nigth in subjects with nocturnal asthma. Am J Respir Crit Care Med 1998; 158: 902-907.

28.  Robbins RA, Millatmal T, Lassi K, Rennard S, Daughton D. Smoking cessation is associated an increase in exhaled nitric oxide. Chest 1997; 112: 313-318.

29.  Chirpaz-Oddou MF, Favre-Juvin A, Flore P, Eterradosi J, Delaire M, Grimbert F, Therminarias A. Nitric oxide responsein exhaled air during an incremental exhaustive exercise. J Appl Physiol 1997; 82: 1311-1318.

30.  Phillips CR, Giraud GD, Holden WE. Exhaled nitric oxide during exercise: site of release and modulation by ventilation and blood flow. J Appl Physiol 1996; 80: 1865-1871.

31.  Horvat I, Barnes PJ. Exhaled monoxides in asymptomatic atopic subjects. Clin Exp Allergy 1999: 29: 1276-1280.

32.  de Gouw HW, De Hendriks J, Woltman AM, Twis IM, Sterk PJ. Exhaled nitric oxide is reduced shortly after broncoconstriction and indirect stimuli in asthma. Am J Respir Crit Care Med 1998; 158: 315-319.

33.  Kharitonov SA, Yates D, Barnes PJ. Increased nitric oxide in exhaled air of normal human subjects upper respiratory tract infections. Eur Respir J 1995; 8: 295-297.

34.  de Gouw HW, Grunberg K, Schot R, Kroes E, Dick EC. Sterk PJ. Relationship between exhaled nitric oxide and airway hiperresponsiveness following experimental rhinovirus infection in asthmatic subjects. Eur Respir J 1998; 11: 126-132.

35.  Perpiñá Tordera M, de Diego Damiá A, Compte Torrero L. Aportación del estudio del óxido nítrico en el asma del adulto. Arch Bronconeumol 2001; 37 (Supl 4): 8-14.

36.  Barnes PJ. The effect of drugs on exhaled nitric oxide. Eur Respir Rev 1999; 68: 231-233.

37.  Bernareggi M, Cremona G. Measurement of exhaled Nitric Oxide in humans and animals. Pulmonary Pharmacology Therapeutics 1999; 12: 331-352.

38.  Bisgarrd H, Loland L, Anhoj J. NO in exhaled air of asthmatic children is reduced by the leukotriene receptor antagonist montelukast. Am J Respir Crit Care Med 1999; 160: 1227-1231.

39.  Kharatinov SA. Exhaled nitric oxide and carbon monoxide in asthma. Eur Respir Rev 1999; 68: 212-218.

40.  Stirling RG, Kharitonov Sa, Campbell d, Robinson DS, Durham SR, Chung KF et al. Exhaled NO is elevated in difficult asthma and correlates with symtoms and disease severity despite treatment with oral and inhaled corticosteroid. Thorax 1998; 53: 1030-1034.

41.  Massaro AF, Gaston B, Kita D, Fanta C, Stamler JS, Drazen JM. Expired nitric oxide levels during treatment of acute asthma. Am J Respir Crit Care Med 1995; 152: 800-803.

42.  Kharitonov SA, Yates DH, Barnes PJ. Inhaled glucocorticoids decrease nitric oxide after a single dose of nebulised budesonide in patients with asthma. Am J Respir Crit Care Med 1996; 153: 454-457.

43.  Kharitonov SA, Jatakanon A, Lim S, O´Connor BJ, Barnes PJ. Dose-dependent  reduction in exhaled nitric oxide en patients with asthma regularly treated with 100mm, 400mm budesonide in double blind placebo controlled parallel group study. Am J Respir Crit Care Med 1997; 155; A290.

44.  Jatakanon A, Kharatinov SA, Lim S, Barnes PJ. Effect of difering doses of inhaled budesonide on markers of airway inflammation in patients with mild asthma. Thorax 1999; 54: 108-114.

45.  Cobos Barroso N. Aportación del estudio de óxido nítrico en el asma del niño. Arch Bronconeumol 2001; 37 (supl 4): 15-18.

46.  Rosi E, Ronchi MC, Grazzini M, Duranti R, Scano g. Sputum analysis, bronchial hyperrresponsiveness, and airwai function in asthma.Results  of a factor analysis. J Allergy Clin Immunol 1999; 103: 232-237.

47.  Van Rensen ELJ, Straathof KCM, Veselic-Charvat MA, Zwinderman AH, Bel EH, Sterk PJ. Effect of inhaled steroids on airway hyperresponsivenes, sputum eosinophils, and exhaled nitric oxide levels in patients with asthma. Thorax 1999; 54: 403-408.

48.  Jatakanon A, Lim S, Kharitonov SA, Chung KF, Barnes PJ. Correlatión between exhaled nitric oxide, sputum eosinophils, and methacoline responsiveness in patients with mild asthma. Thorax 1998; 53: 91-95.

49.  Lim S, Jatakanon A, John M, Gilbey T, O´Connor B, Chung KF, Barnes PJ. Effect of inhaled budesonide on lung function and airway inflamation. Am J Respir Crit Care Med 1999; 159: 22-30.

50.  Silkoff PE, McClean PA, Slutsky AS, Caramori M, Chapman KR, Gutierrez C, Zamel N. Exhaled nitric oxide and bronchial reactivity during and inhaled beclomethasone in mild asthma. J Asthma 1998; 35: 473-479.

51.  Lim S, Jatakanon A, Meah S, Oates T, Chung KF, Barnes PJ. Relation between exhaled nitric oxide and mucosal eosinophilic inflammation in mild to moderately sever asthma. Thorax 2000; 55: 184-188.

52.  Berlyne GS, Parameswaran CK, Kamada D, Efthimiadis A, Hargreave E. A comparison of exhaled nitric oxide and induced sputum as markers of airway inflammation. J Allergy Clin Immunol 2000; 106: 638-644.

53.  Kimberly B, Nejadnick B, Giraud GD, Holden WE. Nasal contribution to exhaled nitric oxide at rest and during breathholding in humans. Am J Respir Crit Care Med 1996; 153: 829-836.

54.  Lundberg JO, Farkas-Szallasi T, Weitzberg E, Rinder J, Lidholm, Anggaard A  et al. High nitric oxide production in human paranasal sinuses. Nat Med 1995; 1: 370-373.

55.  Lundberg JO, Weitzberg E, Rinder J, Rudehill A, Jansson O, Wiklund NP et al. Calcium-independent  and steroid-resistant nitric oxide synthase activity in human paranasal sinus mucosa. Eur Respir J 1996; 9: 1344-1347.

56.  Haight JSJ, Djupesland PG, Qian W, Chatkin JM, Furlot H, Irish J, Witterick I et al. Does nasal nitric oxide come from the sinuses?. J Otolaryngol 1999; 28: 197-204.

57.  Silkoff PE, Robbins RA, Gaston B, Lundberg JO, Townley RG. Endogenous nitric oxide in allergic airway disease. J Allergy Clin Immunol 2000; 105: 438-448.

58.  Runer T, Cervin A, Lindberg S, Uddman R. Nitric oxide is a regulator of mucociliary activity in the upper respirastory tract. Otolaryngol Head Neck Surg 1998; 119 suppl 3: 278-287.

59.  Runer T, Lindberg S. Effects of nitric oxide on blood flow and mucociliary activity in the human nose. Ann Otol Rhinol Laryngol 1998; 107: 40-46.

60.  Puybasset L, Rouby J, Mourgeon E et al. Inhaled nitric oxide in acute respiratory failure: dose-response curves. Intensive Care Med 1994; 20: 319-327.

61.  Lunberg JO. Nitric oxide in the nasal airways. Eur Respir Rev 1999; 68: 241-245.

62.  Silkoff PE, McClean PA, Slutski AS, Furlott HG, Hoffstein S, Wakita S et al. Marked flow-dependendce of exhaled nitric oxide using a new technique to exclude nasal nitric oxide. Am J Respir Crit Care Med 1997; 155: 260-267.

63.  Djupesland PG, Chatkin JM, Qian W, McClean P, Cole P, Zamel N, Haigth JS. Aerodynamic influences on nasal nitric oxide output measurement. Acta Otolaryngol 1999; 119: 479-485.

64.  Qian W, Djupesland PJ, Chatkin JM, McClean P, Furlott H, Chapnik JS, et al. Aspiration flow optimized for nasal nitric oxide measurement. Rhinology 1998;  37: 61-65.

65.  Chatkin JM, Djupesland PG, Qian W et al. Nasal nitric oxide is independent of nasal cavity volume. Am J Rhinol 1999; 159: 179-184.

66.  Chambers DC, Carpenter D, Ayres JG. Exchange dynamics of nitric oxide in the human nose. J Appl Physiol  2001; 91: 1924-1930.

67.  Philips CR, Giraud GD, Holden WE. Exhaled nitric oxide during exercise: site of release and modulation by ventilation and blood flow. J Appl Phisiol 1996; 80: 1865-1871.

68.  Imada M, Iwamoto J, Nonaka S, Kobayashi Y, Unno T. Measurement of nitric oxide in human nasal airway. Eur Respir J 1996; 9: 169-179.

69.  Lunberg JO, Rinder J, Weitzberg F, Alving K, Lunberg JM. Heavy phisical exercise decreases nitric oxide levels in the nasal airways in humans. Acta Physiol Scand 1997; 159: 51-57.

70.  Dillon WC, Hampl V, Shultz PJ, Rubins JB, Archer SL. Origins of breath nitric oxide en humans. Chest 1996; 110: 930-938.

71.  Rinder J, Lunberg JO, Änggärd A, Alving K, Lunberg JM. Effects of topical descongestants, L-arginine and nitric oxide syntase inhibition on nasal cavity nitric oxide levels and nasal cavity volume in man. Am J Rhinol 1996, 10: 399-408.

72.  Westerveld GJ, Voss HP, van der Hee Rm, de Haan-Koelewijn GJ, den Hartog GJ, Scheeren RA, Bast A. Inhibition of nitric oxide synthase by nasal decongestants. Eur Respir J 2000; 16: 437-444.

73.  Ferguson EA, Eccles R. Changes in nasal nitric oxide concentration associated with symptoms of common cold and treatment with a topical nasal decongestant. Acta Otolaryngol (Stockh) 1997; 117: 614-617.

74.  Qian W, Graciano A, Haight JS, McClean P, Zamel N, Chapnik JS. Nasal nitric oxide is not altered by topical anesthesia. Am J Rhinol 2000; 14: 121-124.

75.  Kharitonov SA, Rajakulasingam K, O´Connor B, Durham SR, Barnes PJ. Nasal nitric oxide is increased in  patients with asthma and allergic rhinitis and may be modulated by nasal glucocorticoids. J Allergy Clin Immunol 1997; 99: 58-64.

76.  Henriksen AH, Sue-Chiu M, Holmen TL, Langhammer A, Bjermer L. Exhaled and nasal NO levels in allergyc rhinitis: relation to sensitization, pollen season and bronxhial hiperresponsiveness. Eur Respir J 1999; 13: 301-306.

77.  Arnal JF, Didier A, Rami J, et al. Nasal oxide is increased in allergic rhinitis. Clin Exp Allergy 1996; 27: 358-362.