COMO CONSEGUIR EMPATIA EN LA ENTREVISTA CON EL PACIENTE. TECNICAS DE PROGRAMACION NEUROLINGUISTICA.
CARLOS GONZALEZ DE LA
CUESTA.
JEFE DE SECCION. UNIDAD DE
ALERGIA.
COMPLEXO
HOSPITALARIO DE OURENSE.
RESUMEN:
Constantemente nos estamos comunicando con
otras personas. En el caso de los médicos, en el trato con nuestros pacientes.
Los buenos comunicadores nacen, pero también
se hacen. Adoptando las estrategias de los buenos comunicadores podemos
aumentar nuestra capacidad de comunicar.
Podemos definir la empatía como una relación
de sintonía y confianza.
Generalmente, nos llevamos mejor con aquellos que se parecen más a nosotros
(tienen las mismas creencias, valores, trabajo, aficiones, etc.). Esto se suele
reflejar en el lenguaje no verbal. Así, cuando en una conversación informal dos
personas están en una relación de sintonía, suelen adoptar una misma posición
corporal (posición en espejo).
Igualando a la otra persona en el lenguaje
verbal y no verbal podemos aumentar nuestra sintonía con ella.
La empatía, es una herramienta clave en la
relación con los demás y por lo tanto, es imprescindible en una buena
comunicación. Los buenos comunicadores son empáticos y transmiten confianza.
Todos conocemos médicos que tienen grandes
conocimientos pero que son un desastre en el trato con los pacientes. No es
mejor médico el que sabe más de medicina sino el que obtiene buenos resultados,
y para ello es clave el ganarse a los pacientes, siendo empáticos y
trasmitiendo confianza. Recordemos que, el placebo puede curar, y no hay mejor
placebo que el médico empático, que trasmite una expectativa positiva al
paciente.
En este artículo se comentan diferentes
estrategias que pueden ser útiles para aumentar la confianza de nuestros
pacientes.
COMUNICACIóN:
Constantemente nos estamos comunicando con
otras personas. Uno no puede no comunicarse. En el caso de los médicos, en el
trato con nuestros pacientes.
La comunicación es cosa de dos partes, y las
dos partes emiten y reciben mensajes constantemente.
Los buenos comunicadores nacen, pero también
se hacen. Adoptando las estrategias de los buenos comunicadores podemos
aumentar nuestra capacidad de comunicar.
El resultado de tu
comunicación es la respuesta que obtienes.
Problemas de comunicación:
Hacerse entender es una cosa que puede
resultar muy difícil. Seguro que todos hemos tenido esta experiencia.
-Filtros:
Filtramos la información que recibimos.
Entre otros usamos los siguientes filtros: El
consciente sólo puede procesar 7 ± 2 unidades de información. Las personas
tenemos preferencias sensoriales (visuales, auditivas o sensaciones). Prestamos
más atención a aquello que concuerda con nuestras creencias y valores (lo que
pensamos que es importante).
-Palabras: El significado de cada palabra
puede ser diferente para cada persona. La nieve puede ser algo positivo si vas
a esquiar, pero puede ser algo negativo
si tienes que limpiarla de la puerta de tu casa todos los días.
Canales de comunicación:
En una comunicación influye el lenguaje
corporal en un 55%, la voz en un 38% y las palabras sólo en un 7%.
Inconscientemente prestamos atención al lenguaje no verbal y generalmente le
damos preferencia en la interpretación de los mensajes. El mensaje es
incongruente, cuando hay diferencia entre el mensaje que trasmite la palabra (mensaje
consciente) y el que trasmite el lenguaje no verbal (mensaje inconsciente). Por
ejemplo: el paciente dice estoy bien, moviendo la cabeza de un lado a otro. Por
lo tanto, un buen comunicador, debe ser congruente, expresando el mismo mensaje
tanto con el lenguaje no verbal como con las palabras. En el caso de un médico,
si utiliza todos los canales para trasmitir que su interés es ayudar y mejorar
al paciente, ganará su confianza más fácilmente.
Estrategia básica de
comunicación:
Como el significado de la comunicación es la
respuesta que obtenemos, una estrategia válida es la siguiente:
1- Objetivo claro: ¿Qué quiero comunicar?
(informar, que el paciente entienda y haga el tratamiento, que el paciente
acepte hacerse una prueba, etc.).
2-Atención: ¿Estoy consiguiendo mi
objetivo?. ¿El paciente está
entendiendo lo que le digo?. ¿El paciente está de acuerdo en lo que digo?. ¿El
paciente tiene objeciones?. Siempre se debe dar prioridad al lenguaje no verbal
del paciente.
3-Flexibilidad: Si no obtengo mi objetivo,
cambio mi comunicación, hasta que lo consigo. Decir lo mismo pero más alto,
puede funcionar, pero sólo si el paciente es un poco sordo.
EMPATIA:
Podemos definir la empatía como una relación
de sintonía y confianza.
Generalmente, nos llevamos mejor con aquellos
que se parecen más a nosotros (tienen las mismas creencias, valores, trabajo,
aficiones, etc.). Esto se suele reflejar en el lenguaje no verbal. Así, cuando
en una conversación informal dos personas están en una relación de sintonía,
suelen adoptar una misma posición corporal (posición en espejo).
La empatía, es una herramienta clave en la
relación con los demás y por lo tanto, es imprescindible en una buena
comunicación. Los buenos comunicadores son empáticos y transmiten confianza.
Todos conocemos médicos que tienen grandes
conocimientos pero que son un desastre en el trato con los pacientes. No es
mejor médico el que sabe más de medicina sino el que obtiene buenos resultados,
y para ello es clave el ganarse a los pacientes, siendo empáticos y
trasmitiendo confianza. Recordemos que, el placebo puede curar, y no hay mejor
placebo que el médico empático que trasmite una expectativa positiva al
paciente.
METAESTRATEGIA DE
INFLUENCIA: ACOMPAñAR, CALIBRAR, GUIAR.
Los médicos tenemos que influenciar a
nuestros pacientes para que hagan su tratamiento. De nada sirve que dispongamos
del mejor tratamiento si el paciente deja la receta en el bolsillo.
Una estrategia clave en la influencia es la
de: primero ACOMPAñAR, es decir seguirle el paso a la otra persona, para ganar
sintonía, segundo CALIBRAR si la otra persona esta en sintonía con nosotros, y
si esto es así, tercero GUIAR, llevar a la persona al resultado que queremos.
Intentar persuadir sin sintonía es como poner
el carro antes de los bueyes. La idea es la de las artes marciales blandas,
donde primero se sigue el movimiento del contrario para después desviarlo hacia
donde nosotros queremos.
Acompañar:
Acompañar significa llevar el mismo paso de
la otra persona (llevarle la corriente).
Es muy importante acompañar la identidad de la otra persona,
llamándolo por su nombre (el que a ella le gusta). Podemos preguntar, ¿Cómo le
gusta que le llamen?. También es conveniente reflejar el tratamiento en la que
se siente más cómoda (tú, usted, Don, Doctor, profesor, etc.,).
Se puede acompañar, igualando el cuerpo, la voz y las palabras que utiliza la otra
persona.
Cuerpo:
-Indumentaria: Podemos igualar usando la
indumentaria que el paciente piensa que debe ser (que trasmita orden personal).
Por ejemplo: la bata limpia, quizás corbata, etc.
-Postura: La igualación de la posición del
cuerpo, adoptando una posición de espejo, inconscientemente aumenta la
sensación de sintonía.
-Gestos: podemos aumentar nuestra sintonía
igualando la frecuencia del contacto visual y la frecuencia y rapidez de los
gestos de la otra persona. Podemos incluso realizar una igualación cruzada, usando otra parte diferente del cuerpo. Por
ejemplo, si mueve las manos asentir con la cabeza.
Voz:
Es una habilidad importante y muy utilizada
en los buenos comunicadores telefónicos.
Podemos aumentar nuestra sintonía, igualando
el tono, el volumen y la rapidez de la voz.
Palabras:
Aunque solo influyen en el 7 % de nuestra
comunicación, puede ser un 7% importante.
Podemos aumentar nuestra sintonía, respetando las creencias y valores de
la otra persona, aunque no las compartamos. Nunca debemos criticarlas, porque
predispone a la otra persona en nuestra contra y dificultará nuestra
comunicación.
Como expresamos antes, cada persona tiene una
preferencia sensorial (visual, auditiva, cinestésica), que se refleja en el
lenguaje que emplea. Por ejemplo, un paciente asmático para expresar su síntoma
puede decir: me vi ahogado (preferencia visual), tenía unos pitos que no me
dejaban dormir (preferencia auditiva) o sentí un peso muy grande en el pecho
(preferencia cinestésica). Si nosotros empleamos el mismo lenguaje sensorial, es como si hablásemos el mismo idioma, y
por lo tanto aumenta nuestra capacidad comunicativa.
Podemos realizar frecuentes observaciones de base sensorial, que
son aquellas que están en la experiencia presente del paciente, para aumentar
la sintonía. Decir por ejemplo, usted ha venido aquí, usted me está escuchando,
esta es la consulta de alergia, etc., son cosas evidentes y que están en la
experiencia del paciente. Hay que diferenciar las observaciones de las
interpretaciones subjetivas. Es diferente decir el sol está en el cielo
(observación sensorial) que decir es un día magnífico (interpretación
subjetiva).
También, es una buena estrategia el utilizar las palabras clave que dice el
paciente, porque esto crea la sensación de sentirse escuchado. Por ejemplo, si
el paciente dice que tiene pitos, utilizar esta palabra en la conversación,
aunque a nosotros nos guste más disnea sibilante. Por supuesto, es importante
conocer su significado concreto. ¿Qué duración, frecuencia, severidad y
síntomas acompañantes tienen los pitos?.
Al final de la entrevista es muy buena idea
el recapitular, utilizando las
palabras clave del paciente, primero, para saber si nosotros hemos comprendido
bien y segundo, esto también da al paciente la sensación de haber sido
comprendido.
Calibrar:
Una vez que hemos ganado la sintonía del
paciente y por lo tanto su confianza, podemos intentar influir. Por lo tanto,
es importante el tan llamado don de la
oportunidad. Si un paciente está
enfadado es probable que no atienda a nuestras recomendaciones, primero
tendremos que escucharlo y calmarlo y una vez el paciente esté tranquilo es más
probable que sea receptivo a nuestras propuestas. El símil es el del nadador
que nada a favor o en contra de la resaca. Este último es el que se ahoga.
Guiar:
En relación a la persuasión podemos utilizar
varias estrategias.
El cambio gradual de nuestro lenguaje no verbal a una situación de
más recursos puede ser de utilidad. Empezar acompañando el lenguaje corporal y
voz de una persona que viene deprimida, y que en el transcurso de la
entrevista, vamos ganándola, cambiando gradualmente a un lenguaje no verbal más
positivo y animoso.
Una estrategia conveniente
puede ser el utilizar preguntas,
para hacer sugerencias y observar si hay objeciones. Por ejemplo, ¿Qué te
parece si dejas de fumar?, ¿no te crees que podría ser bueno para ti mejorar
las condiciones de tu habitación?, etc...
Una estrategia muy útil es el introducir
sugerencias, con sujetos
inespecificados. Por ejemplo: las personas al hacer este tratamiento
mejoran, sería bueno que iniciases una vacuna antialérgica, alguien podría
decir que es bueno dejar de fumar, etc.
TERMINAR LA COMUNICACION:
También podemos utilizar la desigualación para terminar una
comunicación, cuando el objetivo ha sido conseguido. Esto funciona mejor cuando
previamente hemos tenido sintonía. Podemos desigualar la voz, hablando más alto
o más deprisa. También podemos desigualar el lenguaje corporal, mirando a lo
lejos, desenfocando la vista, asintiendo más rápido o levantándonos. A veces,
no queda más remedio que llevar al paciente hasta la puerta.
EPILOGO:
La programación neurolinguística es una
psicología aplicable. Esta basada en conocer aquello que hace una persona
excelente en un campo, y trasladar sus estrategias a otras personas, para que
consigan buenos resultados. Esto se llama en su jerga modelado.
Las aquí expuestas son algunas de las
estrategias modeladas que pueden ser útiles a la hora de comunicarnos con más
efectividad con nuestros pacientes. Estas estrategias son como herramientas de
trabajo. Por supuesto que estas herramientas pueden ser utilizadas para fines
inadecuados (manipulación). Un cuchillo puede ser utilizado para cortar jamón o
para matar a otra persona. Pero, esto depende de la motivación de aquel que lo
utiliza. Por ello, os animo a obtener satisfacción utilizando estas
herramientas de comunicación, para el bien de vuestros pacientes.
BIBLIOGRAFIA:
- Introducción a la programación
neurolinguística. Joseph O`Connor, John Seymour. Editorial Urano.
- Se la persona que quieres ser. John
J. Emerick. Editorial Urano.