COMUNICACIONES:
Desensibilización a proteínas de leche de vaca: PERSPECTIVAS DEL PACIENTE Y SU FAMILIA.
Dres. Lucía Ferrer, Ángela Claver, Isabel Guallar, Itziar Carceller, Ana Soria, Javier Boné.
Servicio de Alergología Pediátrica Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
INTRODUCCIÓN
El tratamiento de desensibilización en niños alérgicos a proteínas de leche de vaca, consiste en, la administración de dosis muy pequeñas de leche de manera progresiva, hasta conseguir la tolerancia. Para esto, se realizó un protocolo de actuación por parte del SEICAP.
Una vez que observamos una adecuada evolución en estos pacientes, nos propusimos conocer el punto de vista del paciente y su familia, las ventajas e inconvenientes de este tratamiento y resaltar los aspectos más significativos al inicio del mismo.
MATERIAL Y MÉTODOS
Elaboramos una encuesta con 28 preguntas, todas ellas con 5 respuestas posibles; siempre iguales (si, casi siempre, algunas veces, no, no sabe o no contesta).
Intentamos abarcar el principal aspecto psicológico, laboral, de escolarización, económico y otros, tanto del niño (11 preguntas) como de la familia (17 preguntas).
Les realizamos la encuesta a 11 niños a los que se les había realizado el tratamiento.
RESULTADOS
Niño
La mayoría de los niños se implican activamente en el proceso y todos afirman que se encuentran más contentos tras el tratamiento.
Es habitual que rechacen la toma de leche de vaca en un primer momento (6 niños), al igual que les provoca preocupación o rechazo. Sin embargo en ninguno de los niños se observo trastornos del comportamiento habitual.
Se adaptan mejor a la rutina diaria. Aunque es frecuente que los niños se sientan sobreprotegidos o excesivamente controlados.
La familia
Todos los padres obtienen una información adecuada y concisa del tratamiento.
Es habitual que les produzca preocupación el inicio del tratamiento de desensibilización. Sin embargo, la tolerancia a la leche de vaca les supuso mayor tranquilidad a todos los padres.
Interfirió en la rutina diaria, pero posteriormente facilita las tareas cotidianas.
Supone un ahorro económico.
Todos recomendarían el tratamiento a otro niño con alergia a PLV.
CONCLUSIONES
A pesar de ser un tratamiento largo y lento y que precisa de la colaboración del niño y la familia, la mayoría de los pacientes lo califican como eficaz, seguro y con una buena repercusión en la calidad de vida, tanto del niño, como de la familia.
No supuso alteraciones emocionales, sino mejoría en la adaptación a la rutina diaria.
Se reduce la sensibilidad del paciente a las PLV a lo largo del tratamiento.
Supone en muchos de ellos, una interferencia con la rutina diaria y laboral; sin embargo, ganan todos en tranquilidad.
Supone un ahorro económico.
Facilita las tareas cotidianas.