Consuelo Fernández.
Hospital Doce de Octubre. Madrid.
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Introducción
Según el recientemente publicado “expert panel report” (1), los
individuos con asma bronquial deben ser evaluados acerca de la
implicación de alérgenos en su patología. Para ello se debe realizar una
historia clínica cuidadosa dirigida a investigar a qué fuentes
alergénicas está expuesto el paciente. Posteriormente, mediante la
realización de pruebas cutáneas y/o determinación de IgE específica, se
objetivará sí existe sensibilización a dichos alérgenos y finalmente,
volviendo a la historia clínica, se valorará el significado clínico de
esta sensibilización. Llegados a este punto la mayoría de los consensos
coinciden en que resulta crucial la experiencia profesional de la
persona que realiza el diagnóstico en el análisis de los resultados. En
realidad este proceder lo que pone de manifiesto es la ausencia de una
prueba de referencia diagnóstica del asma de fenotipo predominantemente
alérgico.
Así, cuando se analiza específicamente el valor de la historia clínica
en el diagnóstico de asma por alergia a alérgenos inhalados se observa
que los valores predictivos son de moderada significación (2). Tampoco
la positividad de las pruebas cutáneas y/o presencia de IgE específica
sérica para un alérgeno significan que dicha sensibilización tenga
importancia clínica ya que en muchas ocasiones lo que expresa dicha
positividad es exposición a dicho alérgeno (3). Sin embargo y de una
manera intuitiva, ya que realmente no hay datos objetivos de que esto
sea así, los clínicos “experimentados” tenemos tendencia a pensar que
cuanto mayor sea el tamaño de una prueba cutánea o superior el nivel de
IgE sérica específica más probable es que la sensibilización tenga
importancia clínica. De hecho, en muchas ocasiones se toman decisiones
terapéuticas, como puede ser la composición de una vacuna antialérgica,
en base a este criterio.
El objetivo del trabajo que se presenta ha sido precisamente analizar si
realmente se pueden establecer puntos de corte en el tamaño de las
pruebas cutáneas y/o nivel de IgE específica a partir de los cuales
mejore la eficacia diagnóstica de las técnicas previamente mencionadas.
Ante la ausencia de un “gold standard” diagnóstico se ha utilizado una
prueba de exposición, como es el test de provocación bronquial
específico (TPBE), como prueba de referencia.
MÉTODOS
Test de Provocación Bronquial Específico
Se realiza el método de las 5 inhalaciones, inicialmente descrito por
Chai (4) con algunas modificaciones. Para la administración del extracto
utilizamos un nebulizador Devilbiss 646, conectado a una botella de aire
comprimido con un flujo de salida de aire de 7 l/m. En estas
circunstancias el rendimiento del nebulizador es de 430 mg/m. Los
extractos que se utilizan son del laboratorio ALK-Abelló estandarizados
en unidades biológicas con una concentración máxima de 10 UB. Este
extracto se diluye secuencialmente con suero salino hasta conseguir
0,001, 0,01, 0,1 y 1 UB/ml.
Antes de iniciar el procedimiento al paciente se le realizan pruebas
cutáneas en prick con los extractos de mayor concentración (10 y 1 UB) y
luego ID con los extractos más diluidos (0,001 a 1 UB). La lectura se
realiza 20 minutos después y en las pápulas resultantes se mide el
diámetro mayor y su perpendicular calculándose la media. Como control
negativo se utiliza suero salino y como positivo clorhidrato de
histamina.
Se inicia la provocación administrando 5 inhalaciones de suero salino y
10 minutos después se hace una espirometría. Si no se producen cambios
en el FEV1 se siguen administrando 5 inhalaciones del extracto más
diluido y haciendo espirometría 10 m después. Así se procede hasta que
se produce un descenso del FEV1 > del 20% (positivo) o se administra la
concentración de 10 UB sin que se produzca ese descenso (negativo).
Es muy importante que el paciente esté estable, haya suspendido la
medicación correctamente y tenga el consentimiento firmado.
En caso de que la prueba sea positiva se administra un broncodilatador y
también se administra una dosis de esteroides orales para evitar las
reacciones tardías.
ANALISIS ESTADÍSTICO
Curvas ROC : Son índices de exactitud diagnóstica. Es
decir, mediante este análisis sabemos con que probabilidad una prueba
diagnóstica discrimina entre sano y enfermo, en este caso entre TPBE
positivo y negativo. Se construye colocando en el eje de las ordenadas
la sensibilidad y en el de abscisas 1-especificidad. El dato más útil en
el análisis global de la prueba es el área bajo la curva. Esta puede
estar entre 0,5 y 0,7 para las pruebas con escasa precisión diagnóstica,
entre 0,7 y 0,9 para pruebas que pueden ser útiles en algunas
circunstancias y >0.9 para pruebas de alta exactitud diagnóstica.
Cálculo de Sensibilidad, Especificidad, Valor Predictivo Positivo (VPP)
y Valor Predictivo Negativo (VPN) para distintos puntos de corte
• Sensibilidad: La sensibilidad de una prueba diagnóstica
es la probabilidad de obtener un resultado positivo cuando el individuo
tiene la enfermedad. Mide su capacidad para detectar la enfermedad
cuando está presente.
• Especificidad: La especificidad de una prueba indica la
probabilidad de obtener un resultado negativo cuando el individuo no
tiene la enfermedad. Mide su capacidad para descartar la enfermedad
cuando ésta no está presente.
• Valor Predictivo Positivo: la proporción de pacientes
con resultado positivo que tienen la enfermedad.
• Valor Predictivo Negativo: será la proporción de pacientes con
resultado negativo que no tienen la enfermedad
Regresión Logística:
Mediante el programa estadístico S.A.S 12.1 se ha generado un modelo de
regresión logística binaria con el que se han obtenido curvas de cálculo
de la probabilidad de tener un TPBE positivo según el tamaño de la
prueba cutánea o valor del CAP.
RESULTADOS:
HRB Y ALERGIA A EPITELIO DE GATO
En este caso se han analizado retrospectivamente los datos de 64 adultos
asmáticos con historia clínica dudosa de alergia a gato (5). En el 42%
de los casos el TPBE resultó positivo. Se considera que tienen clínica
dudosa por que siendo la mayoría propietarios de gato, preguntados sobre
la influencia del gato en sus síntomas dicen que no, que su gato no les
afecta, otros están dudosos y otros refieren que les causa otros
síntomas pero no asma. En esta muestra predominan los pacientes con asma
leve persistente (Tabla 1).
Al analizar las medias en el tamaño de las pápulas obtenidas en las
pruebas cutáneas entre pacientes con TPBE positivo y negativo se
observan diferencias estadísticamente significativas entre los pacientes
que tienen TPBE positivo y los que no, excepto en la pápula obtenida en
el PRICK con el extracto a 100 UB/ml. También hay diferencias
estadísticamente significativas en el valor de la IgE específica entre
ambos grupos (Tabla 2).
Al realizar el análisis mediante curvas ROC (Fig.1)
se observa que el área bajo la curva obtenida con el PT-100 es de 0,54
lo que quiere decir que con respecto al resultado del TPBE hay un alto
índice de falsos positivos y negativos en la prueba cutánea. Al analizar
los resultados de las ID obtenemos mejores datos, siendo la prueba en
ID-0,1 UB/ml la que mayor probabilidad tiene de predecir el resultado
del TPBE. Pero sin ninguna duda en este sentido la prueba más fiable es
la determinación de IgE específica con un área bajo la curva de 0,85 (Fig.2).
Después de realizar el análisis global de cada una de estas pruebas
realizamos el análisis para determinados puntos de corte (Tabla
3). En el caso del PT, el punto de corte 3 mm, a partir del cual se
considera que una prueba es positiva, tiene menos sensibilidad que otras
pruebas y baja especificidad. Sin embargo conforme consideramos pápulas
de mayor tamaño la especificidad aumenta pero muy pocos individuos
tienen pápulas de dicho tamaño. En la ID-0,1 UB/ml el punto de corte 5
mm, tiene mejor sensibilidad pero igualmente poca especificidad. También
cuando aumentamos el tamaño de pápula aumenta mucho la especificidad
pero hay pocos individuos que tengan ese tamaño. El punto de corte 0,35
en el CAP tiene parecida sensibilidad y especificidad a la ID-0,5 UB/ml
en la pápula de 5 mm. Conforme aumentamos el nivel de IgE también
aumenta le especificidad pero en este caso, por ejemplo 13 KUA/L, la
sensibilidad no disminuye tanto.
Integrando estos datos en el modelo de análisis de regresión logística
vemos que para la prueba en ID-0,1 UB/ml se obtiene una curva sigmoidea
(Fig 3). Las
probabilidades de un TPBE positivo abarcan desde el 9% para una prueba
negativa, hasta el 92% para una pápula de 18 mm.
La curva de probabilidad que se obtiene en el CAP es radicalmente
distinta con una pendiente en la fase de ascenso más pronunciada y una
meseta. En este caso la probabilidad de un TPBE positivo con un CAP de
<0,35 es del 16% llegando a ser del 99,9% para un CAP de 30 KUA/L (Fig.
4).
ALK-Abelló modificó la estandarización del extracto para diagnóstico en
prick de alergia a epitelio de gato hace aproximadamente 2 años. Ahora
se dispone de un extracto alergénico de gato estandarizado a 10 HEP que
contiene 60 mcg/ml de Fel d 1 en lugar de 40 cómo tenía el de 100 UB.
Desde que disponemos de este extracto se han realizado TPBE a 39
pacientes. En este caso se han recogido los datos de forma prospectiva y
se han realizado las pruebas cutáneas en prick por duplicado y con ambos
extractos (100 UB y 10 HEP).
Las características clínicas de la muestra pueden observarse en la
Tabla IV. Existen
algunas diferencias con los pacientes del estudio anterior ya que el 62%
tienen TPBE positivo. La mayoría son propietarios de gato y en esta
muestra predominan los pacientes con asma moderada e incluso algún
paciente tiene asma grave. En este caso el área bajo la curva mejora
para el PT-100 UB/ml (0,694) y la obtenida con el nuevo extracto es
mejor que la anterior llegando a 0,774 (Fig.
5). No obstante, en las mejores de las circunstancias, el PT no
llega a ser una prueba óptima para el diagnóstico de HRB relacionada con
alergia a epitelio de gato.
Conclusiones
-
Es muy posible que
la capacidad del PT con epitelio de gato para diagnosticar HRB
relacionada con sensibilización a gato y puesta de manifiesto
mediante TPBE mejore al utilizar un extracto con 60 mcg/ml de Fel d
1 en relación a un extracto con 40 mcg/ml.
-
En este análisis la
cuantificación de IgE sérica específica es más útil que cualquiera
de los tests cutáneos realizados.
-
Conforme mayor es
el tamaño de la prueba más fácil es que se pueda poner de manifiesto
HRB relacionada con esta sensibilización mediante el TPBE.
-
En el caso de HRB
relacionada con sensibilización a epitelio de gato, en pacientes con
historia clínica dudosa, niveles de IgE en torno a 9 KUA/L deben ser
tenidos en cuenta y niveles de 30 KUA/L alcanzan máxima
significación.
-
Hay un grupo de
pacientes en los que este análisis no ayuda a mejorar la precisión
diagnóstica.
HRB Y ALERGIA A
EPITELIO DE PERRO
En este caso se han analizado de forma retrospectiva 67 pacientes
asmáticos a los que se les realizó TPBE con epitelio de perro. El
extracto diagnóstico utilizado ha sido un extracto de ALK-Abelló a 100
UB/ml. Para la determinación de IgE específica se ha utilizado el método
CAP-FEIA utilizándose en la fase sólida epitelio de perro.
El TPBE fue positivo en el 44,8% de los casos. Predominan los pacientes
con asma moderada/grave, la mayoría son propietarios de perro y en este
caso parece que la historia discrimina mejor que en la sensibilización a
gato ya que cuando dicen que su perro no les afecta el TPBE es
básicamente negativo y cuando les afecta es positivo (Tabla
V).
En este caso hay diferencias significativas en el tamaño de pápula en
todas las pruebas cutáneas realizadas y en la determinación de IgE
específica entre pacientes con TPBE positivo y negativo (Tabla
VI).
¿Qué ocurre en este caso con las curvas ROC de las pruebas cutáneas? Son
globalmente mejores que para el gato cuando hay historia dudosa y
similares a la de la población de pacientes con historia más clara de
alergia a gato (segundo grupo). No obstante de nuevo obtenemos áreas
bajo la curva de moderada significación que sólo pueden resultar útiles
en alguna circunstancia (Fig.6).
Igual que sucede con el gato, en el caso de HRB relacionada con alergia
a epitelio de perro, la prueba que mayor exactitud diagnóstica tiene es
la cuantificación de IgE sérica específica (ABC= 0,864) (Fig.
7)
Esto se puede volver a ver en el análisis de la sensibilidad y
especificidad de distintos puntos de corte. Cuando la prueba en PT es >
de 3mm la sensibilidad es alta. Además conforme aumenta el tamaño de
pápula aumenta la especificidad aunque disminuye la sensibilidad. Por
tanto parece que las pruebas son útiles cuando son negativas y cuando
son muy positivas. En este caso las ID no mejoran en nada los datos del
PT (Tabla VII).
En el caso del CAP vemos que en el punto de corte 0,35 la sensibilidad
es un poco peor que el PT-3 mm pero la especificidad para este punto de
corte tan bajo es muy elevada. Esta aumenta conforme aumenta el nivel de
IgE específica (Tabla VII).
En el análisis de regresión logística se observa para el PT-100 UB/ml
una recta con probabilidades que oscilan entre un 20-70%. (Fig.
8). En la regresión logística, según los valores de IgE específica,
volvemos a obtener una curva de características parecidas a la de la IgE
para gato pero de pendiente mucho más abrupta lo que se traduce como
vemos en que niveles bajos de IgE pueden tener significación clínica (Fig.9).
Conclusiones:
-
Respecto a HRBE y
sensibilización a epitelio de perro, el PT con 10 UB/ml parece ser
la prueba cutánea con más exactitud diagnóstica. No obstante
globalmente resulta más útil la determinación de IgE sérica
específica.
-
En general,
conforme mayor es el tamaño de las pruebas más fácil es que se pueda
poner de manifiesto HRB relacionada con esta sensibilización
mediante el TPBE.
-
En el caso de HRB
relacionada con sensibilización a epitelio de perro, niveles de IgE
en torno a 4 KUA /L deben ser tenidos en cuenta y niveles de 10 KUA/L
alcanzan máxima significación.
-
Hay un grupo de
pacientes en los que este análisis no ayuda a mejorar
la precisión diagnóstica.
Referencias
Bibliográficas
1.- Expert Panel Report 3. Guidelines
for the Diagnosis and Management of Asthma. Full Report 2007.
National Heart, lung and blood Institute.
2.- Murray AB, Milner RA. The accuracy
of features in the clinical
history for predicting atopic sensitization to airborne allergens in
children. J Allergy Clin Immunol 1995; 96: 588–96.
3.- Yunginger JW, Ahlstedt S,
Eggleston P et al. Quantitative IgE
antibody assays in allergic diseases. J Allergy Clin Immunol
2000; 105:1077–84.
4.- Chai H, Farr RS, Froehlich LA et
al. Standardization of bronchial
challenge procedures. J Allergy Clin Immunol 1975; 56: 323–7.
5.- Fernández C, Cárdenas R, Martín D,
Garcimartín M, Romero S, De la Cámara A, Vives R. Analysis of skin
testing and serum-specific immunoglobulin E to predict airway
reactivity to cat allergens. Clin Exp Allergy 2007; 37: 391-99
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