Segunda ponencia "Dr. Eloy Losada": 

"Alergia a veneno de himenópteros"

 

Moderador: Dr. Apolinar Lezaun. Hospital Clínico Universitario. Zaragoza.


 

Himenópteros: organización y hábitat

 

Álvaro Moreno Ancillo.

Hospital Nuestra Señora del Prado, Talavera de la Reina (Toledo).


Los himenópteros pueden definirse como insectos holometábolos haplodiploides con piezas bucales masticadoras pero que carecen de élitros. Poseen dos pares de alas membranosas; el par posterior, más pequeño, va articulado al primero por uno o más pequeños ganchos o hamuli. Su mecanismo de determinación del sexo es haplo-diploide; es decir, los huevos fertilizados diploides normalmente dan lugar a hembras, mientras que los huevos haploides no fecundados dan lugar a machos (1). Se conocen entre 120.000 y 200.000 especies de himenópteros, pero estimaciones recientes apuntan a que su diversidad es mayor.

El orden Hymenoptera se ha dividido tradicionalmente en dos subórdenes: Symphyta y Apocrita. Éste último a su vez está dividido en dos grupos, con categoría de infraorden o sección, denominados Parasitica y Aculeata. Ahora parece claro que Symphyta es un conjunto parafilético de superfamilias que presentan una serie de caracteres primitivos, compartidos por todos los himenópteros pero carecen de los caracteres especializados de los Apocrita. Por lo que respecta a las dos secciones de Apocrita, se considera a los Aculeata como un grupo monofilético, pero todos los estudios señalan a Parasitica como un conjunto parafilético artificial (2-4).

I. SECCIÓN APOCRITA
Parasitica es una clásica división que engloba los grupos de Apocrita que carecen de aguijón, y que en su gran mayoría son parasitoides. Incluye las superfamilias Trigonalyoidea, Megalyroidea, Evanioidea, Stephanoidea, Cynipoidea, Chalcidoidea, Proctotrupoidea, Ceraphronoidea e Ichneumonoidea.
Aculeata: himenópteros que presenta un origen evolutivo común demostrado por la presencia de un aguijón. Se reconocen 3 superfamilias claramente monofiléticas (Tabla 1): Chrysidoidea, Vespoidea y Apoidea, incluyéndose las antiguas superfamilias Pompiloidea, Formicoidea y varias familias de los antiguos Tiphiidea en la superfamilia Vespoidea (5). Además Eumenidae y Masaridae se consideran subfamilias de Vespidae. Los tradicionales Sphecoidea y Apoidea se han dividido en varias familias (6). Las principales diferencias de las clasificaciones actuales tienen que ver con la gran diversidad de los esfécidos y en los ápidos. Se definen dos grupos dentro de los Apoidea (7): a) los Apiformes donde incluyen como familias muchas de las subfamilias incluidas en Apidae (8) y los Spheciformes, donde incluyen muchas de las subfamilias incluidas en Sphecidae (8). En las publicaciones más recientes se trata la superfamilia Apoidea como un grupo monofilético compuesto por esfécidos y ápidos.

II. EVOLUCIÓN DE LOS MODOS DE VIDA Y COMPORTAMIENTO DE HYMENOPTERA
Un cambio evolutivo trascendental en el devenir del orden se produjo por la transición de la fitofagia de los Symphyta al parasitismo. Otro paso evolutivo importante fue la adquisición de la capacidad para el comportamiento complejo que hizo posible los métodos especializados depredadores de los Aculeata carnívoros, y que condujo al comportamiento eusocial (1).
La transición en la larva del modo de vida fitófago al parásito probablemente tuvo lugar a través de una vía intermedia barrenadora de madera. El nuevo estilo de vida parasitoide permitió la evolución de los Apocrita utilizando toda clase de insectos como hospedadores. Una adaptación clave una modificación morfológica que condujo al complejo propodeo-metasoma (típica “cintura de avispa” de la que carecen los sínfitos). Esta modificación permitiría a la hembra efectuar la puesta sobre el hospedador. Además, las hembras fueron capaces de desarrollar el uso de veneno para paralizar al hospedador. El evento evolutivo ulterior que dio origen a los primeros aculeados fue la adquisición de un aguijón venenoso en las hembras a partir del ovipositor (8). Por eso, dado que el aguijón es la evolución del aparato genital femenino, sólo las hembras pueden picar, mientras que los machos no. La aparición del aguijón venenoso posibilitó una posterior evolución. Se produjo el salto a la dieta larvaria carnívora y la hembra buscaba artrópodos ocultos en los que colocaba un huevo, y que servían de alimento a la larva. El siguiente evento evolutivo fue atacar artrópodos no ocultos, lo que representaba un peligro para la hembra en el momento de la puesta. Este hecho dio lugar otras 2 estrategias evolutivas: 1) Poner el huevo sobre o en el interior de fases larvarias del artrópodo hospedador, ó 2) construir un nido donde llevar artrópodos paralizados. La construcción de los nidos supuso una modificación del hábitat de la que surgieron otras 2 estrategias: 1) Aprovisionamiento del nido en masa donde la hembra introduce alimento en el nido antes de iniciarse el desarrollo larvario. 2) Aprovisionamiento progresivo del nido donde la hembra surte al nido según el desarrollo de la larva. La hembra está en contacto con la larva en el nido, y gracias al mecanismo haplo-diploide de determinación del sexo se posibilitó el desarrollo de sociedades caracterizadas por castas con división del trabajo donde las hembras son diploides, fértiles ponedoras (reinas) o trabajadoras estériles, y los machos son haploides y sólo sirven para fecundación.

III. EL DESARROLLO EVOLUTIVO DE LAS SOCIEDADES.
En los Vespoidea se observa una historia evolutiva caracterizada por atacar a tipos distintos de hospedadores en hábitats distintos. Entre los pompílidos, véspidos y formícidos se da una construcción de nidos complejos, y en los dos últimos la existencia de verdaderas sociedades (8). Las sociedades tienen su origen en la adopción de un nido comunal por parte de varias hembras fértiles de especies solitarias. Se deben desarrollar tres condiciones en un nido comunal para que se convierta en una verdadera sociedad: 1) condición cuasisocial: varias hembras reproductoras comparten cuidados parentales en el nido; 2) condición semisocial: varias hembras parentales de la misma generación comparten el cuidado parental y cierta división del trabajo; y 3) condición eusocial: la condición semisocial dura más de 2 generaciones.
En la historia evolutiva de los Apoidea se dan estrategias distintas en cada una de las familias, Sphecidae y Apidae. En Apoidea el comportamiento fue la construcción del nido antes de capturar la presa. Los esfécidos primitivos presentan un estado intermedio entre aprovisionamiento progresivo y en masa. En primer lugar se introduce una presa con un huevo. Cuando la larva comienza a alimentarse se introducen rápidamente suficientes presas y se sella el nido. Los esfécidos más avanzados y las abejas solitarias sólo añaden presas al nido cuando el estado de desarrollo de la larva lo requiere. Hay especies que tienen varios nidos a la vez con larvas en distintos estados de desarrollo, y especies que presentan un cuidado parental primitivo consistente en que la hembra macera la presa para alimentar a la larva. Las abejas sociales presentan un nido eusocial de aprovisionamiento progresivo.

IV. SECCIÓN ACUELATA

1. SUPERFAMILA CHRYSIDIDEA. Incluye las familias Betylidae, Chrysididae y Dryinidae.

Bethylidae: casi todos miden 2-5mm, pocos >10mm. Muchas especies se parecen a hormigas porque no tienen alas. Son parásitos de las larvas de Coleoptera y Lepidoptera. Algunas veces se han referido picaduras dolorosas.
Chrysidisdae: Ponen los huevos en el nido de otras avispas o abejas y les roban la comida a las larvas de su hospedador. No pican porque han convertido su aguijón en un tubo.
Drynidae: Parásitos dentro de las larvas de saltamontes.

2. SUPERFAMILIA VESPOIDEA. Incluye las siguientes familias:

Formicidae: son hormigas y otros himenópteros similares. Dentro de esta familia se encuentra la subfamilia Formicinae, con el género formica principalmente; y también la subfamilia Myrmicinae, que tiene los géneros Solenopsis (hormiga de fuego) y Pogonomyrmex.
Myrmosidae: insectos con aspecto de formícidos.
Mutillidae: insectos con aspecto de formícidos.
Bradynobaenidae: son avispas solitarias. Sólo hay una especie en España.
Pompilidae: son avispas solitarias. Alimentan a sus larvas de arañas y otros insectos. Los paralizan y transportan a su nido o ponen su huevo en el mismo nido de la araña.
Sapygidae: son solitarias. Ponen sus larvas en nidos de otras avispas para robarles su comida. Hay 6 especies en España.
Scoliidae: son solitarias. Hay 11 especies en España. Ponen sus huevos en las larvas de los coleópteros y se desarrollan dentro de ellos.
Tiphiidae: son solitarias. Hay 15 especies en España. También ponen sus huevos en las larvas de los coleópteros y se desarrollan dentro de ellos.
Las avispas solitarias están preocupadas por su comida y, dado que no tienen que proteger a sus larvas, ni alimentarlas de forma progresiva, no suelen picar a los seres humanos.
Dentro de la familia Vespoidea, la familia Vespidae es la de mayor interés alergológico.

2.1. FAMILIA VESPIDAE

En familia Vespidae se encuentran las subfamilias Eumeniae, Masarinae, Polistinae y Vespinae. La subfamilia Eumeniae está compuesta por avispas solitarias, la mayoría “alfareras”, que construyen sus nidos de barro. La subfamilia Masarinae está compuesta por avispas solitarias que alimentan a sus larvas con polen.

Avispas Sociales: Son las subfamilias Polistinae y Vespinae. Sus colonias tienen una duración anual. A principio de la primavera emergen de sus refugios invernales las REINAS FECUNDADAS que se encargan de buscar alimentos y construir un nuevo nido de cría. Una vez instaladas comienzan a colocar huevos que darán lugar a las primeras generaciones de OBRERAS que continuarán con las labores de caza, recolección de alimentos, ampliación del nido y cuidado de las crías. De esta manera, la población crece durante toda la temporada primaveral y estival. A final del verano, las feromonas hacen que haya una nueva generación de hembras fértiles que serán las futuras reinas, y de MACHOS haploides que se aparearán con ellas. Al mismo tiempo que el resto de la colonia muere, las nuevas REINAS FECUNDADAS se ocultarán para invernar y transformarse en las futuras hembras fundadoras (9).

2.1.1. SUBFAMILIA POLISTINAE

POLISTES: En la península ibérica se han descrito más de 10 especies. Las más comunes en nuestro país son muy parecidas entre sí. La más prevalente es P. dominula. Otras a considerar como P. gallicus, P. ninpha, P. smenowi, P. biglumis, y P. atrimandibularis. Las especies de Polistes están ampliamente distribuidas por todo el mundo, incluidos climas casi extremos, y se han adaptado muy bien al clima mediterráneo. El tamaño de los Polistes es muy variable según las especies y los géneros. Su aspecto es relativamente estilizado y las especies ibéricas son amarillas y negras. Las obreras de P. dominula miden de 11 a 13mm, y las reinas de 13 a 17mm. El resto de las especies ibéricas tiene un tamaño similar. Construyen sus nidos en lugares elevados aprovechando incluso estructuras construidas por el hombre, con el que se relacionan estrechamente. Son nidos aéreos, en los aleros de los tejados, salientes de construcciones, setos o en huecos. Son estructuras de material parecido al cartón, como papel duro, y están abiertos, sin protección alguna, dejando a la vista las celdillas. Están compuestos principalmente por hembras, y los machos sólo se generan para fines reproductivos cuando es preciso, al final de la temporada. Pueden llegar a encontrarse hasta 200 individuos en un nido, pero lo más habitual es que no superen los 30-50 individuos. El riesgo de tropezar con uno de estos nidos es alto, especialmente en zonas rurales y urbanas de clima más estrictamente mediterráneo. No habitan la alta montaña. Los individuos del género Polistes forman una colonia semi-social de duración anual. La colonia se inicia en primavera cuando una reina fundadora que había sido fecundada a final del otoño despierta de su hibernación. A veces es una única fundadora, pero otras veces son varias reinas que luchan para establecer una jerarquía. Los ovarios de la vencedora se desarrollarán y los de las perdedoras se atrofiaran para convertirse en trabajadoras. La reina produce entonces una generación de trabajadoras. Pero si el año está terminando, esas larvas se convierten en hembras fértiles. También, al final del otoño se producen machos que se aparearan con ellas fuera del nido. Al final del año, las hembras fecundadas sobrevivirán hibernando para en primavera convertirse en nuevas fundadoras. Las reinas viejas, las obreras y los machos morirán en invierno (9).

Los individuos del género Polistes se alimentan con néctar y jugo de fruta, pero alimentan a sus larvas con una dieta carnívora. Cazan otros insectos como orugas, dípteros o lepidópteros, y toman sobras alimenticias de la actividad humana. Atacan para defender su nido y cuando son molestados en el momento de adquisición de su alimento (9). Como todas las avispas, las hembras pican y muerden, pero los machos sólo muerden. En general los Polistes son menos agresivos que los véspinos (Vespula, Dolichovespula y Vespa), y su agresividad es mayor al final de la primavera y principio de verano. En España, dada su amplia distribución, el riesgo de picaduras es alto.

2.1.2. SUBFAMILIA VESPINAE

A) VESPULA. En la península ibérica han sido descritas Vespula germanica, V. austriaca, V. vulgaris y V. rufa. Son individuos de 12-20mm de longitud según géneros y especies. Las obreras miden 10-16mm, y las reinas 16-20mm. La especie más frecuente es la V. germanica. Tienen la cabeza, tórax y abdomen negro y amarillo (o blanco). La V. rufa tiene colores menos vivos. Las Vespulas son de aspecto más compacto y menos esbelto que Polistes (9).
Tienden a construir sus nidos en el suelo o bajo tierra, en oquedades, y lo protegen con una envoltura exterior a diferencia de los Polistes. A veces usan huecos de estructuras construidas por el hombre como escaleras, sótanos, huecos de los edificios. Como los Polistes, sus colonias son anuales; pero las Vespulas forman colonias verdaderamente eusociales. Una sola reina fecundada despierta de su hibernación en los últimos días de la primavera y su descendencia será de obreras y machos según las necesidades. Sus nidos tienen más individuos que los de los Polistes. Pueden llegar hasta los 7000 individuos en un nido de 10000 a 15000 celdillas. En el momento de mayor tamaño y densidad de población del nido se inicia la preparación para la colonia de año próximo. Los adultos se alimentan de alimentos ricos en azúcar y carbohidratos (frutas, néctar, sabia de árboles…). Las larvas se alimentan de proteínas (insectos, carne, pescado…). Los adultos mastican la comida para darle a la larva, y la larva les devuelve un jugo azucarado. Este intercambio de alimento decrece al final de verano, y las obreras cazadoras cambian sus preferencias alimentarias hacia las frutas caídas, restos de comida y refrescos, lo que les supone un mayor contacto con los seres humanos justo en los periodos de mayor agresividad por el final de sus días, al final del verano y principio del otoño. Las avispas de género Vespula suelen habitar en zonas algo más húmedas y frías que los Polistes (9). Algunas especies como la V. rufa y V. vulgaris se encuentran en latitudes aún más septentrionales y mayores altitudes. Parece que hay menos Vespulas que Polistes en el área mediterránea, no obstante su contacto con el ser humano es igualmente frecuente.

B) DOLICHOVESPULA. En España existen varias especies: Dolichovespula adulterina, media, norwegica, omissa, saxonica y sylvestris. Son algo más grandes que la Vespula y algo menores que la Vespa crabro. Miden 12-20mm, y son más prevalentes en el norte de la península, en zonas montañosas o media montaña, en los bosques y zonas húmedas. Sus nidos, que son construidos de forma similar a los de V. germanica, suelen estar en los huecos de los árboles, pero también los hay en estructuras fabricadas por el hombre. Las más frecuentes en España son D. sylvestris, que se parece a V. germanica en color y forma, y D. norwegica, en la que predomina el color negro. No suelen reutilizar sus nidos. Su ciclo vital es similar al de todos los Vespinae. Cuanto menor es su nido, menos agresivas son; pero cuando sus colonias son muy grandes, cosa que no es frecuente, se vuelven muy agresivas (9).

C) VESPA. En España se encuentran ejemplares de Vespa crabro en la mitad norte y en zonas boscosas y montañosas de los sistemas Central y Bético. Son de mayor tamaño que las Dolichovespulas; miden de 20 a 35mm. Hacen sus nidos en huecos de árboles y, a veces, en huecos de estructuras fabricadas por los hombres en ambiente rural, tendiendo a zonas de mediana altitud y bosques. Protegen las celdillas con un material acartonado de la misma manera que los otros Vespinae. Su ciclo de vida es anual y similar al de todos los Vespinae, desde primavera a otoño. La colonia llega algunas ocasiones hasta los 700 individuos, aunque es poco habitual que se superen los 200 ejemplares. Son avispas cazadoras, sobre todo de insectos voladores (9). Una vez cazados les cortan la cabeza y las patas y se llevan el tronco en pequeñas bolitas a su nido. También, a veces, comen sabia de los árboles, bolitas de “miel” que trasudan de los pinos e incluso jugo de fruta caída. Sólo son agresivas con el hombre alrededor del nido o si sufrimos encontronazos con ellas.

3. SUPERFAMILIA APOIDEA (spheciformes y apidae)

3.1 SPHECIFORMES

3.1.1. Familia Ampulicidae. Avispas cucaracha. Alimentan sus larvas con las cucarachas de la madera. Son solitarias y pequeñas.

3.1.2. Familia Crabronnidae. Suelen ser grandes avispas como los Sphecius sp. Algunas miden cerca de 50mm. La mayoría alimentan sus larvas de las presas que le traen los adultos que incluyen abejas, escarabajos, mariposas, orugas, grillos, cigarras, cucarachas, saltamontes, etc. Se han utilizado para controlar plagas de cigarras o langostas.

3.1.3. Familia Sphecidae. Tienen un abdomen tubular, largo y estrecho, y su cuerpo es negro, blanco y negro o amarillo y negro. Están distribuidos por todo el mundo. Los nidos están en el suelo, en áreas de poca vegetación; pero algunas especies también los hacen aéreos de barro, como las avispas alfareras, pero más rudimentarios. Los adultos comen néctar, savia y los fluidos de sus presas. Las larvas se alimentan de los cuerpos paralizados de una gran variedad de artrópodos. La mayoría tienen nidos solitarios. Miden entre 10mm y 30mm. Se han descrito picaduras con reacción sistémica con algunos esfécidos.

3.2. APIFORMES

3.2.1. Abejas solitarias:

Familia Adreninae (abejas pequeñas y solitarias). Cavan túneles, los aprovisionan de néctar y polen, ponen sus huevos y sellan el nido. Hay una generación por año.

Familia Colletidae: Hay dos grupos: Hylaeinae (abeja de cara amarilla), miden 10mm apariencia de avispa con pelo, y Colletinae, más grandes y peludas.

Familia Halictidae: hasta 15mm. Algunas tienen brillo metálico.

Familia Megachilidae: 7-18 mm. Abdomen con una especie de bolsa para recoger el polen.

Familia Melittidae: similares a las anteriores; miden 15-17mm.

3.2.2 APIDAE

A) TRIBU APINI: APIS MELLIFERA. Las abejas de la miel son insectos sociales que habitan en todo el mundo, salvo en las regiones donde el invierno es extremadamente frío. Viven en las colmenas formando colonias de entre 5.000 y 50.000 pudiendo llegar a 70.000 individuos en régimen de comunidad. Se llama enjambre al conjunto de abejas obreras con los zánganos y la reina. Existen tres tipos de individuos en cada enjambre: una reina, una cantidad relativa de zánganos y el resto, mayoritario, de abejas obreras.
La ABEJA REINA es única por colmena. Posee un abdomen más alargado que obreras y zánganos, sus alas únicamente llegan a la mitad de su cuerpo y las patas son ligeramente más largas. Sólo ella está fecundada, y es la encargada de la reproducción, manteniendo unido el enjambre con la emisión de feromonas específicas. Se alimenta con jalea real. Puede llega a vivir hasta 5 años. A excepción de las épocas de cambio de reina, suele ser la madre de todas las abejas de la colmena. Sólo se aparea una vez en la vida, por ello morfológicamente tiene un abdomen tan desarrollado cuya función es la de albergar esperma de varios zánganos durante sus 5 años de vida. El apareamiento será la única vez que salga de la colmena en su vida, a excepción de que se produzca una enjambrazón en la colonia. Una reina joven puede poner 1500-3000 huevos diarios. Esta puesta sólo se interrumpe cuando las condiciones climatológicas son adversas o si la reina padece alguna enfermedad o es defectuosa por la edad. El ZÁNGANO es la abeja macho, no tiene aguijón y su función es estar disponible para fecundar a las reinas de otras colmenas o a la suya propia. Su masa corporal es superior a reina y obreras. Empiezan a nacer en primavera de huevos no fecundados y desaparecen en otoño. Lo alimentan las abejas con néctar, miel y polen. Vive un poco más que las obreras. Las ABEJAS OBRERAS son el grupo mayoritario del enjambre, son hembras que tienen atrofiado el aparato reproductor. Dedican toda su existencia a perpetuar la especie cuidando de la colmena, atendiendo y alimentando a la reina, fabricando cera, limpiando la colmena, trayendo néctar, agua, polen y resinas, y defendiendo la colmena de los intrusos. Es el individuo más pequeño de la colmena y el más numeroso. Las abejas se alimentan de néctar, miel y polen. Viven entre 40 y 50 días según su actividad, y 3 meses en la invernada.

Ciclo vital.

La reina es fecundada por varios zánganos durante el vuelo nupcial. Un día claro, sin viento, con 25º C de temperatura, una reina virgen sale de una colmena y se dirige hacia el cielo soltando feromonas. El zángano la fecunda y muere. La reina llena su espermateca, vuelve a su colmena y empieza a poner huevos 4 días después. Las condiciones de la colmena deben ser adecuadas, en especial una Tª de 27-30ºC (10). Según el tiempo y la alimentación de las larvas nacerán distintos individuos (tabla 2). Si un huevo es alimentado sólo con jalea real, las abejas construyen un alvéolo especial más grande y con forma de bellota que se llama reinera o maestril de donde nacerá una nueva reina.

LABORES EN LA COLMENA.

Las funciones de la obrera están directamente relacionadas con la edad de la misma (10). En los primeros días después del nacimiento a las abejas jóvenes se les reconoce dentro de la colmena por sus movimientos pausados, llevan abundante pelillo recubriendo todo su cuerpo y son de un color gris más claro que las abejas adultas.

Nodriza: Los primeros días (día 1 a 12) la abeja joven se dedica a cuidar y alimentar a las larvas dándoles calor, limpia las celdillas que van quedando vacías y alimenta a la reina.

Constructora: La segunda función, según pasa el tiempo (día 12 a 18), es la de construir celdillas con cera o elaborarla. Reconstruyen los desperfectos en la colmena, y la limpian.

Defensa: La tercera función de la abeja antes de salir al exterior es la de vigilar la colmena de la entrada de posibles enemigos o de otras abejas que bien están enfermas o simplemente acuden por pillaje (Día 16 a 20). Ayudan a almacenar la miel y el polen en las celdillas.

Recolección: La última función que realiza la abeja, es la de recolectar miel, polen y agua para la colmena. Es lo que se denomina abeja pecoreadora (desde el día 20).

ENJAMBRAZÓN: es la forma que tiene el enjambre para reproducirse como grupo. Consiste en la escisión natural de un 50% de la colonia. El grupo que se va está liderado por la reina vieja, y contiene abejas y zánganos de todas las edades. Son poco agresivas en ese momento. En la colmena quedan normalmente varias realeras a punto de nacer reinas nuevas. Si la primera reina que nace mata a todas sus hermanas según van naciendo, ya no hay más enjambres que se vayan, pero puede ocurrir que la primera reina nueva opte por enjambrar también. Cuanto más vieja es la reina más propensa es a la enjambrazón (10).

HÁBITAT. El hábitat de las abejas melíferas está en relación con la apicultura (figura 1). El contacto con el ser humano es usualmente laboral, con los apicultores y sus familias (11).

B) TRIBU BOMBINI: BUMBUS SP. Son los abejorros. Hay muchas especies Bombus en la península. Son especies eusociales de ciclo de vida anual similar al de los véspidos. El abejorro común (Bombus terrestris) es uno de los abejorros más comunes de Europa. Tiene el cuerpo negro con bandas amarillas. Es un abejorro grande, su reina mide de 2 a 2,7 cm de longitud, y las obreras son de 1,5 a 2 cm. Las reinas son las únicas que sobreviven al invierno y que emergen en la primavera. Las obreras, que aparecen más tarde, son más pequeñas. El nido suele estar bajo la tierra, con celdas para almacenar néctar y polen. Una colonia de Bombus terrestris puede llegar a tener 400 obreras, aunque no suele ser tan prolífica. La alimentación de las crías consiste en polen y néctar. Los abejorros son poco agresivos en su medio natural, y se emplean actualmente en los invernaderos para polinizar plantas como tomate, fresas, frambuesas, grosellas rojas, calabacín, melón, kiwi, judía y para la producción de semillas, tales como girasoles, tréboles o endivias (12).

V. HIMENÓPTEROS. ORGANIZACIÓN Y HÁBITAT. LA VISIÓN DEL ALERGÓLOGO.

Al realizar registros de picaduras nos podremos hacer una idea de qué insectos son los que provocarán futuras reacciones en nuestros pacientes (tabla 3).

Conocer al insecto culpable de la reacción es imprescindible para instaurar el mejor tratamiento específico. El Registro Catalán de picaduras de himenópteros, realizado de forma prospectiva desde el año 2002 incluyó 447 pacientes y nos mostró un predominio de picaduras de Polistes (tabla 3). Había una mayor prevalencia de picaduras de Polistes en la zona costera con respecto al interior y al pirineo. En lo concerniente a Vespula, eran mucho más frecuentes las picaduras en la zona pirenaica más septentrional que en el resto de la región. Las picaduras de abejas eran más frecuentes en el sur, en posible relación con una zona más apícola cercana a la Comunidad de Valencia (11).

En Extremadura se puso en marcha un registro retrospectivo que tenía como finalidad conocer la situación de la alergia a veneno de himenópteros en esa comunidad autónoma. El estudio tuvo inicialmente el hándicap del límite de tiempo de inclusión ya que se acotaba entre el final de otoño de 2007 y el principio del año 2008. Al final se reclutaron 244 pacientes. Las áreas más meridionales referían un predominio de Polistes. Hubo una limitada inclusión de pacientes en una de las áreas especialmente sensibles a abeja por motivos ajenos al estudio, por lo que los valores de alérgicos a veneno de abeja que se leen en la tabla 3 son menores de lo esperado. Al comparar los datos del registro regional con el realizado en el área de Plasencia, objetivamos cierta diferencia en los insectos implicados. El área de Plasencia recibe pacientes de una zona más húmeda y boscosa, así como de un área de gran importancia apícola (11), lo que explicaría su elevada casuística de alérgicos a abeja y Vespula.

En 2008, a propuesta del Comité de Himenópteros de la SEAIC, la Fundación de la SEAIC concedió una ayuda económica para elaborar un mapa de véspidos de España. El proyecto, del que se encarga el entomólogo Javier Ortiz, aún se está llevando a cabo, pero con los datos preliminares de las capturas obtenidas hasta ahora, se pone de manifiesto el predominio de Polistes, en especial Polistes dominula seguido por P. gallicus en las zonas meridionales y costeras, y la aparición de Vespula germanica, Dolichovespula sp. y Vespa crabro en regiones de mayor altitud y humedad o más septentrionales.

VI. CONCLUSIONES:

1. Las nuevas clasificaciones filogenéticas de los Acuealata y de las familias que engloba la Superfamilia Vespoidea pueden ayudarnos a valorar posibles reactividades cruzadas cuando nos encontramos con pacientes que han sufrido picaduras de himenópteros “no habituales”.

2. Varios factores asociados a los himenópteros caracterizan su interés alergológico:

  1. Presencia de aguijón y capacidad de vuelo.

  2. Formación de sociedades complejas.

  3. Localización de los nidos y defensa de los mismos.

  4. Explotación humana.

  • Colmenas e Insectos Polinizadores.

  • Insectos controladores de plagas.

3. Como era de esperar, los datos de los registros de picaduras y pacientes parecen ser concordantes con los conocimientos entomológicos de los hábitats de estos insectos; sin embargo, iniciativas como el Mapa de Véspidos que promueve el Comité de Himenópteros nos ofrecerán una mayor información, que será de ayuda para apurar nuestros diagnósticos.

4. Debemos insistir en la realización de registros de picaduras y pacientes, e incluir las picaduras del mayor número de especies posible.


Imágenes de  Himenópteros

(extraidas de la presentación)


BIBLIOGRAFÍA

  1. Nieves-Aldrey JL, Fontal-Cazalla FM. Filogenia y Evolución del Orden Hymenoptera. Bol. SEA, 1999, 26: 459-474.

  2. Gauld I, Hanson PE. The order Hymenoptera. En: Hanson PE y Gauld I. (Ed). The Hymenoptera of Costa Rica. The Natural History Museum, London, 1995: 4-6.

  3. Gauld I, Hanson PE. The evolution, classification and identification of the Hymenoptera. En: Hanson PE y Gauld I (Ed.). The Hymenoptera of Costa Rica. The Natural History Museum, London, 1995: 138-156.

  4. Gauld I, Hanson PE. Important biological features in the evolution of the order. En: Hanson, P.E. y Gauld, I.,(Eds). The Hymenoptera of Costa Rica. The Natural History Museum, London, 1995: 28-32.

  5. Brothers DJ. Phylogeny and classification of the aculeate Hymenoptera, with special reference to Mutillidae. The University of Kansas Science Bulletin, 1975, 50: 483-648.

  6. Krombein KV, Hurd PP, Smith DR, Burks BD. Catalog of the Hymenoptera of the America North of Mexico 2., 1979; XVI: 1199-2209.

  7. Goulet H, Huber JT. Hymenoptera of the world: An identification guide to families. Centre for Land and Biological Resources Research Ottawa, Ontario, 1993.

  8. Gauld I, Bolton B. The Hymenoptera. British Museum (Natural History), London. 1988.

  9. Buck M, Marshall SA, Cheung DKB. Identification Atlas of the Vespidae (Hymenoptera, Aculeata) of the northeastern Nearctic region. Canadian Journal of Arthropod Identification. 2008: 5.

  10. Michener CD. The Bees of the World, 2nd edition. The Johns Hopkins University Press, 2007.

  11. El sector apícola en cifras. Principales indicadores económicos. Subdirección General de mercados Exteriores y producciones porcina, avícola y otras. Mayo 2008.

  12. Fernández EJ, Del Pino M, Fernández J, Camacho F. Actividad polinizadora de Bombus terrestris en cultivo de tomate bajo invernadero: efectos del material de cobertura del invernadero. VI Jornadas del Grupo de Horticultura de la SECH. Almería, 1998: 51-55.


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