Cambios inmunológicos tras inducción de tolerancia a leche de vaca en niños
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Mónica Rodríguez
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INTRODUCCIÓN: La alergia a proteínas de leche de vaca (APLV), es un problema que afecta entre un 1,2 hasta el 17 % de los lactantes según diferentes estudios. (1-3) y representa una de las principales causas de alergia alimentaria (4). La alergia a proteínas de leche de vaca implica, una dieta restrictiva de todos los alimentos que puedan contener leche en su composición y un elevado riesgo de reacciones por contactos inadvertidos o accidentales con el alimento.(5) Los datos sobre el desarrollo de la tolerancia espontánea en los pacientes con alergia a proteínas de leche de vaca (APLV) en los primeros años de vida varían en la literatura entre el 87% a sólo el 19% (6-8) en los estudios más recientes lo que indica un incremento en la prevalencia de la alergia persistente a proteínas de leche de vaca (APLV). En los últimos años se han desarrollado tratamientos activos para el tratamiento de la alergia a alimentos.En el caso de la leche de vaca protocolos de desensibilizción oral y sublingual . (9) En el caso de la leche en los estudios publicados recientemente, la desensibilización se ha llevado a cabo con éxito en un alto porcentaje de pacientes con alergia persistente llegando hasta el 88% de los casos según las series. (10,11 ,12) Sin embargo una constante en todos los trabajos es que en un porcentaje de los pacientes el tratamiento no es eficaz. Este porcentaje varía entre los distintos estudios alcanzando hasta un 64% de fracasos de la IOT en aquellos con resultados menos favorables. (13) Por otra parte la desensibilización es un proceso no exento de riesgos y a lo largo del cuál la los pacientes presentan reacciones de intensidad leve moderada en la mayoría de los casos llegando incluso a tratarse de reacciones graves en algunos de ellos(14) , de ahí la importancia de conocer la eficacia de dicha intervención. Parece cada vez más claro a la vista de los resultados de los distintos estudios que tras el tratamiento, la mayoría de los pacientes alcanzan el cambio en la dosis umbral necesaria para causar síntomas, que se mantiene mediante la administración de dosis diarias del alimento, es decir la desensibilización. Pero es cada vez más discutido si tras la desensibilización, los pacientes alcanzan la tolerancia entendida como la inducción a largo plazo de cambios inmunologicos asociados con la posibilidad de tomar el alimento sin síntomas sin realizar tratamiento alguno. Con el objetivo de aclarar las dudas al respecto de si tras el tratamiento se obtiene la desensibilización o tolerancia a largo plazo, se han comenzado a realizar estudios sobre los cambios inmunológicos que se inducen tras la desensibilización . Son escasos los trabajos publicados hasta el momento en este sentido tras la IOT con leche de vaca pero la mayoría de los estudios coinciden en que tras la desensibilización se producen cambios en los anticuerpos, IgE e IgG4. Los resultados respecto a los cambios en el cociente Th1/Th2 y el perfil de citokinas, son todavía controvertidos.
OBJETIVOS Iniciamos este estudio con el objetivo de evaluar los cambios inmunológicos que se producen en los anticuerpos tras la desensibilización en un grupo de pacientes con alergia persistente a las proteínas de leche de vaca.
MÉTODOS.
Criterios de exclusión:
GRUPO ACTIVO
GRUPO CONTROL
PROVOCACIÓN: Se administraron a lo largo de la mañana 6 dosis : 0.1ml ,0.5ml, 2ml,20ml,60ml y 162.5ml con intervalos de 30 minutos entre cada una de ellas. Se consideró positiva la PODCCP si aparecía al menos uno de los siguientes: síntomas cutáneos (urticaria y/o angioedema., reactivación de las lesiones de DA), rinitis, conjuntivitis, síntomas bronquiales (Tos, sibilancias, broncoespasmo acompañado del descenso del 20% en el registro de pico flujo o del 12% en el FEV1),síntomas gastrointestinales objetivos (Vómitos, diarrea con dolor abdominal asociado), síncope o caída de la TA o si aparecían síntomas subjetivos persistentes durante más de 45 minutos.
PROTOCOLO DE INDUCCIÓN DE TOLERANCIA:
Primera fase: primera semana: Si aparecía reacción alérgica durante la administración de alguna de las dosis se administraba la medicación necesaria para el control de los síntomas reiniciando el protocolo, a las 24 horas, comenzando por dos dosis anteriores a la que produjo la reacción. Para considerar una reacción positiva, se utilizaron los mismos criterios usados para valorar la provocación oral como positiva.
El paciente mantenía en el domicilio la toma diaria de la última dosis tolerada en nuestro servicio de viernes a domingo.
Tras comprobar que mantenía la tolerancia a la última dosis tolerada, a las 24 horas el incremento de dosis era de la mitad del incremento previo.
Premedicación:
ANALISIS ESTADISTICO
El 20% de los pacientes no precisaron premedicación para alcanzar la tolerancia a 200ml, el 80 % precisaron antihistamínicos y el 20% precisaron corticoide además de antihistamínico para alcanzar la tolerancia a 200ml.
SEGUIMIENTO En el segundo año de seguimiento el 100% de los pacientes en el grupo activo mantenía la tolerancia a 200 ml de leche y dieta libre y 2 pacientes más en el grupo control alcanzaron la tolerancia ( FA: 40%).
CAMBIOS INMUNOLÓGICOS
Para la IgE específica a caseína de 7,44 kU/L al inicio ( RIQ 1,59-52,5) al inicio , se observa una disminución estadísticamente significativa a los 6 meses de mantenimiento 3,31 kU/L ( RIQ: 0,50-18,3) (p<0.001) que se mantiene durante el seguimiento posterior. En el grupo control, no se observaron diferencias estadísticamente significativas en ningún momento del seguimiento.
CONCLUSIONES:
En cuanto a los anticuerpos se observó una disminución progresiva de IgE específica a leche y caseína a los 6 , 12 y 24 meses y un aumento de la IgG4 para leche y caseína significativo nada más alcanzar la tolerancia a 200ml de leche que aumenta a los 12 y 24 meses.
DISCUSIÓN. Estudios posteriores encuentran un a disminución del prick test en fases más precoces, caseína y ALA a los 6 meses , que se mantienen a lo largo del seguimiento y disminución significativa de IgE específica para Caseína y ALA a lo largo del seguimiento (16), e incluso negativización de los niveles de IgE específica a caseína en algunos casos. (17) Sin embargo en un estudio en el que se incluyen pacientes con anafilaxia , los cambios en la IgE específica a los 6 y 12 meses de tratamiento aparecen solamente en el 50% de los pacientes tratados, no observándose estos cambios en el grupo control. (13). Los primeros cambios inmunológicos encontrados tras la desensibilización fueron por lo tanto similares a los encontrados tras la administración de la IT s.c., por lo que en estudios posteriores los autores han enfocado sus investigaciones a estudiar los cambios inmunológicos en el perfil Th1/Th2 y los cambios que se producen en las células Treg tras la desensibilización con la idea de poder determinar si la desensibilización induce cambios que conduzcan a la tolerancia oral a largo plazo. En este sentido un estudio publicado en el que se realiza desensibilización a leche de vaca en pacientes con “alergia severa” “altamente sensibilizados” a los que se administran 50ml de leche como dosis de mantenimiento durante 6 meses, los autores no encuentra diferencias entre de las células CD4+CD25+Foxp3+ entre el momento inicial y a los 6 meses tras la desensibilización. (18) concluyendo que las células Treg no estarían implicadas en la desensibilización. Otro estudio realizado en pacientes con alergia al cacahuete, en el que se excluyen pacientes anafilácticos, realiza inmunoterapia oral con una primera fase de mantenimiento con 300mg de cacahuete, reevaluación cada 4 meses y aumentos progresivos en las dosis si los pacientes no alcanzan la tolerancia en las sucesivas provocaciones hasta un máximo de 1800mg de cacahuete administrados durante un máximo de 36 meses. Al estudiar los cambios inmunológicos que se producen los autores observan un aumento significativo en las células que expresan Foxp3 a los 6 y 12 meses de tratamiento, que disminuye a los 20 meses así como un aumento en la IL-10, IL-5, IFN-gamma y TNF-alfa a los 6 y 12 meses del tratamiento. En este estudio se observan también los cambios significativos en prueba cutánea (disminución a los 6 meses), disminución de IgE específica y aumento de IgG4 específica. (19). Otros dos trabajos estudian los cambios inmunológicos que se producen tras la desensibilización a huevo, uno de ellos, excluye pacientes anafilácticos y realiza el mantenimiento inicial con 300mg , que aumenta progresivamente hasta un máximo de 3600mg, si los pacientes no alcanzan la tolerancia .El estudio evalúa a los pacientes cada 4 meses mediante provocación oral, cuando la provocación es negativa se interrumpe el tratamiento durante un mes y se realiza provocación oral para evaluar tolerancia. El estudio mide los parámetro a los 6 y 12 meses de la interrupción del tratamiento encontrando disminución de IgE y prueba cutánea así como un aumento en la IgG4 en el momento de la tolerancia, un aumento de la IL-10 a los 12 meses y una disminución del cociente IL-3/IFN-gamma a los 18 meses. No detectan cambios en las células CD4+y CD25+, que los autores justifican porque no estudiaron Foxp3. (20) El otro estudio sobre pacientes desensibilizados al huevo que se realiza en pauta rush en pacientes anafilácticos (mediana de 12 días) alcanzando una dosis correspondiente a un huevo y con mantenimiento 2 veces /semana y estudia lo cambios inmunológicos a los 6 y 12 meses Los autores encuentran disminución en la IgE específica, y aumento de la IgG4 a los 12 meses. Con una disminución de la ratio Th1/Th2 a los 6 meses que no resulta significativa a los 12 meses . Sin embargo encuentran una disminución en la IL-10 con aumento de la TGFβ a los 6 meses que permanece a los 12 (21) Respecto a la inmunoterapia sublingual, un trabajo realizado en pacientes con alergia al cacahuete con grupo control no tratado, que excluye pacientes anafilácticos estudia los cambios inmunológicos tras esta intervención. Se realiza la administración en dos fases, inicial de aumento de dosis y mantenimiento durante 6 meses con dosis de 2000 μg diarios, con una duración total del tratamiento de 12 meses y evaluación de los pacientes al inicio, 4, 8 y 12 meses. Los autores observan en el grupo tratado una disminución del prick test a cacahuete e IgE específica a los doce meses, aumento de la IgG4 específica a los 8 y disminución en IL-5 y en la expresión de CD63 tras la estimulación de los basófilos a los doce meses, en el grupo tratado respecto a los controles, todos ellos resultados estadísticamnete significativos. Encuentran además una disminución en la IL-13 en el grupo activo, respecto a los controles, que no alcanza significación estadística. En este estudio no se observaron diferencias en los niveles de IL-10 o IFN gamma entre ambos grupos.(22) Los distintos resultados en los cambios inmunológicos encontrados en los diferentes estudios podrían deberse a las diferencias en cuanto al tipo de pacientes incluidos, la pauta utilizada, dosis de mantenimiento y duración del tratamiento ya que se ha postulado que cuando se administran dosis altas la tolerancia estaría mediada por un mecanismo de anergia o delección clonal, mientras que con dosis bajas la tolerancia está mediada por las células Treg y determinadas citokinas como IL-10. Es probable por tanto que los cambios inmunológicos tras la desensibilización dependan, al igual que sucede en la IT s.c. con aeroalergenos, de factores como pauta, dosis y duración del tratamiento, debiendo elegir en cada caso el más adecuado. Los resultados de nuestro estudio, en el que se han incluido pacientes anafilácticos y no anafilácticos, muestra unos cambios en los anticuerpos tras la desensibilización, similares a los encontrados por otros autores. (23) En el grupo control sin embargo no se objetivan estos cambios, por lo que podemos pensar que son debidos a la intervención. En el momento actual, desconocemos los mecanismos exactos que median la tolerancia tras la desensibilización, pero podemos afirmar que la desensibilización es un tratamiento eficaz que induce la tolerancia al alimento a corto plazo y es capaz de mantenerla con la toma diaria del mismo y que los cambios inmunológicos observados hasta el momento apuntan, además, a la posibilidad de que alcanzar la tolerancia oral a largo plazo sea una cuestión de tiempo.
Agradecimientos:
Bibliografía
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